Salhaketa informó ayer en rueda de prensa en Gasteiz que el preso «se encontraba muy mal de salud y llevaba cuatro días solicitando su salida al hospital sin ser atendida su petición». El colectivo de apoyo a presos señaló que los compañeros del fallecido han decidido presentar una reclamación formal ante el Ararteko, «por la tardanza en dar respuesta» a esta situación por parte de los responsables de la prisión de Langraiz, que se ha saldado con una nueva muerte.

«Este hecho luctuoso -subrayaron- representa una nueva crónica de muertes anunciadas en las cárceles, tal y como hemos venido denunciando». Los portavoces de la asociación incidieron en que tienen constancia de más de 30 personas muertas en las cárceles de Basauri, Martutene, Langraiz e Iruñea, o de origen vasco en prisiones del Estado español. En el caso de la cárcel alavesa, dijeron que la situación es «especialmente preocupante ya que tiene, considerando el ratio medio de presos, uno de los indices más altos de siniestrabilidad del Estado; es decir, de personas presas muertas por motivos no naturales».

16 fallecidos en Araba

Salhaketa, tomando como base datos del propio Gobierno español remitidos al Comité contra la Tortura de la ONU, informó de que en Lagraiz desde 2006, en los últimos cinco años, han muerto 16 presos, «sin contar las muertes por motivos naturales», apostillaron. Así, desvelaron que en 2006 fallecieron 5 personas en Langraiz, 2 en Martutene y 1 en Iruñea; durante 2007 fueron 3 las víctimas en Langraiz, 2 en Basauri y 1 en Iruñea; y en 2008 murieron 3 personas en la prisión alavesa, 3 en la navarra y una en la vizcaina.

«Con este nuevo caso, tenemos ya un nuevo dato: ahora -remarcaron- ya ni se notifican pasados unos días sino que se ocultan y no se hacen públicas como parte de la estrategia de impunidad ante las muertes no naturales que están acabando con la vida de cientos de jóvenes en el seno de instituciones públicas con las que mantienen una relación de sujeción especial y cuyo derecho a la salud y a la vida depende única y exclusivamente de las mismas. ¿Qué está pasando?».

Por su parte, Instituciones Penitenciarias rechazó la denuncia de Salhaketa, insistiendo en que al recluso se le dio la atención necesaria, incluso la libertad condicional por enfermedad.