Movidita la semana, ¿eh? Mal le ha ido a Basagoiti, que aún no había superado el berrinche de la manifestación por los derechos de los presos cuando salen los otros con el comunicado. A decir del mentado, es más efectiva la actuación de la guardia civil (de cuya efectividad ha dado holgada muestra la reciente condena por torturas) que doscientos comunicados. Por lo que lo intenta con cara de póker y coreado por los de su cuerda: «Es más de lo mismo», «es una fotocopia», «no dice nada nuevo». Nada nuevo y más de lo mismo es ésta su cantinela aburrida, irresponsable y monocorde. Pero si de algo es consciente el nacionalismo español es que no es más de lo mismo. Saben que el momento es histórico y eso les conviene poco. Así que prietas las filas. Muy prietas. Con lo fácil que estaba siendo y, ahora, pájaros de mal agüero vienen a empañar el viejo amanecer. Cambio político, proceso democrático, resolución. Legalización. Desactivación de la política penitenciaria. Y el más negro de los nubarrones: unidad de sectores soberanistas.

El momento exige desempolvar todas las rojigualdas y la artillería pesada: el momento es un momento Aznar. Anunciaba Otegi el inicio de una segunda transición y han tardado bien pocos días en darle la razón. Reconstrucción nacional, ordenación territorial y centralismo férreo: una segunda transición para llevar a la España Una y Grande (ande o no ande), a donde estaba antes de la primera. Un sueño largamente acariciado. Y un malestar, como un irritante prurito, cada vez que piensan que tendrán que habérselas, en legítima confrontación política, con la izquierda abertzale.