El presidente libanés, Michel Sleiman, anunció que las consultas para nombrar un nuevo primer ministro libanés, previstas para ayer, tras la caída del Gobierno provocada por la dimisión de los ministros de Hizbulah debido a la investigación por el atentado mortal contra Rafic Hariri se retrasaron hasta el lunes de la semana próxima.

Precisamente ayer, el fiscal del Tribunal Especial para Líbano (TSL) presentó el acta de acusación por la muerte Hariri, ocurrida en 2005. Aunque ayer no se dio a conocer su contenido, filtraciones previas apuntaron a que el TSL culparía a Hizbulah del atentado contra Rafic Hariri, lo que la formación de Sayyed Hassan Nasrallah niega categóricamente. El Partido de Dios rechaza, además, al propio Tribunal, al que considera «a sueldo de EEUU y de Israel».

Los documentos, que fueron presentados a primera hora de la tarde (hora de Euskal Herria) y todavía tienen «carácter confidencial», serán ahora revisados por el juez Daniel Fransen, según indicó en una nota el TSL.

A la espera de resultados

Las consultas entre el Jefe del Estado y los diputados tienen que celebrarse tras el hundimiento el 12 de enero del Gobierno de coalición de Saad Hariri, hijo de Rafic, provocado por la dimisión de los ministros de Hizbulah y sus formaciones aliadas.

Los medios de comunicación indicaron que las consultas se retrasaron a la espera de los resultados de la reunión que ayer mantuvieron en Damasco mandatarios de Turquía, Siria y Qatar sobre la crisis libanesa.

El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan; el emir de Qatar, el jeque Ahmad ben Jalifa Al-Thani; y el presidente sirio, Bashar Al-Assad «expresaron su compromiso con una solución a la crisis libanesa basada en los buenos oficios sirio-saudíes para lograr el acuerdo entre los libaneses e impedir la degradación de la situación», informó la agencia pública siria SANA.

Junto a ello, «acogieron con satisfacción» el retraso en las consultas en Líbano «para permitir a quienes trabajan políticamente ayudar a los libaneses a encontrar una solución que garantizará los intereses del pueblo libanés y la estabilidad de Líbano», añadió SANA.

Siria, que apoya a Hizbulah, y Arabia Saudí, que defiende a Saad Hariri, llevan a cabo desde el verano esfuerzos para intentar rebajar la tensión en Líbano.