La Real no sólo marcha bien en el plano deportivo, también en lo económico. Las dos vertientes que debe cuidar un club para ser competitivo gozan de una buena salud que nada tiene que ver con la situación que encontró el Consejo de Jokin Aperribay el 20 de diciembre del 2008.

El club históricamente sufría cada vez que llegaba enero desde que Astiazaran dio el visto bueno al fichaje en el mercado invernal de Kovacevic, Nihat y Westerveld por diecisiete millones y algunos más en fichas y otros gastos. A partir de ahí, en enero y junio, cuando se pagan las dos mitades de las fichas de los jugadores, las arcas de la Real temblaban y el Consejo de turno debía recurrir a impagar a Hacienda, a vender jugadores o a tocar las puertas de la Kutxa.

Ahora la tesorería de la Real no sólo no tendrá ningún problema para pagar la mitad de las fichas en enero, alrededor de cuatro millones. Además ayer abonó 1.480.000 euros del primer plazo del convenio de acreedores, que obligaba a empezar los pagos en enero de su primer año en la máxima categoría.

El viernes se reunió la Comisión de Vigilancia surgida para garantizar el convenio y analizar la salud de la tesorería y comprobó que el presupuesto se cumple, hay pequeñas desviaciones al alza en gastos e ingresos, y el balance es positivo en más de 700.000 euros.

2,5 millones del pasado

La buena marcha de la Real va a permitir que esta temporada la tesorería responda a los pagos ordinarios y a los 2,5 millones pendientes del pasado. A los 1,5 del convenio de acreedores se añade un millón pendiente del plan de choque desde enero del 2009. Los trabajadores cobraron su parte en noviembre a pesar de que les tocaba recibirla en enero. También los clubes convenidos han recibido el 50% de este ejercicio en diciembre a pesar de que lo debían cobrar en enero. Los futbolistas sí cobrarán el día 31 junto a la mitad de las fichas tal como está firmado.

Enero es el mes elegido para estos pagos porque entonces el club ingresa las cuotas de los abonados, que ascenderán a unos siete millones al mantener la cifra de los 25.800. El problema es que otros años se destinaba la inyección de enero para gastar en fichajes cuando es el peor momento para comprar. Y eso obligaba luego a vender.

Negativas a los intermediarios

La buena salud económica de la Real va a permitir que no tenga que vender a ningún jugador. Mientras muchos clubes no pueden pagar las fichas y tienen que malvender a sus mejores futbolistas para cubrir las deudas, el Consejo se ha marcado el objetivo de mantener a sus jugadores más cotizados: Prieto, Zurutuza, Bravo y Griezmann.

La Real no ha recibido una oferta de cinco millones del Atlético por el primero, como se ha dicho, pero tampoco la consideraría. Diversos intermediarios han llamado a la Real para saber su disposición de sacar al mercado a esos jugadores y se les ha trasmitido que no están en venta. El Consejo presentó un presupuesto en el que no se contempla el traspaso de ningún jugador y ésa es la clave para el futuro de la Real. Es mucho más importante mantener a los mejores jugadores que intentar ficharlos. El Consejo ha ampliado los contratos de todos los jugadores que considera válidos para el futuro del club y entiende que para ello es clave presentar presupuestos que se pueden cubrir sin vender jugadores.

Sólo Castillo y Díaz de Zerio rechazaron la oferta para renovar y el tiempo ha demostrado que fueron ellos los que se equivocaron deportivamente. De los que acaban contrato, cuando se haga oficial la renovación de Alberto de la Bella hasta el 2015, sólo quedarán por renovar Diego Rivas y Raúl Tamudo.

Si Markel, Elustondo, Illarramendi y el resto de pivotes de la cantera siguen su progresión lo más normal es que no siga el pivote manchego y tampoco parece probable la renovación de Tamudo. Para ese puesto se confía en el futuro en Ifrán, Viguera y Agirretxe. Ahí está la clave de la buena salud económica. La Real no ha tenido que pagar traspasos de los diez jugadores de campo que acompañaron el domingo a Bravo en la segunda parte del triunfo ante el Getafe.