El Estado francés y Alemania subrayaron ayer su defensa de la moneda única europea y su voluntad común de reforzar la disciplina económica y presupuestaria de la zona euro con una convergencia mucho mayor.

Se trataría de «completar ese necesario refuerzo de las disciplinas económicas y presupuestarias con una convergencia mucho más fuerte en la zona euro, para reforzar nuestra competitividad y obtener más crecimiento y estabilidad, en beneficio de toda la Unión Europea», sostuvieron los titulares de Asuntos Exteriores de Francia, Michèle Alliot-Marie, y de Alemania, Guido Westerwelle.

En un comunicado conjunto publicado con motivo del Día franco-alemán para Europa, difundido por la agencia Efe, Alliot-Marie y Westerwelle insistieron en que sus respectivos estados están «decididos a aportar toda su contribución a la respuesta europea a la crisis y a defender nuestra moneda, el euro». Valoraron que el gobierno económico en la UE «progresó fuertemente» en 2010, pero opinaron que hay que completar ese proceso y dar toda la fuerza a las disposiciones del Tratado de Lisboa, de forma que la Unión «se afirme claramente como un actor político y económico de primer plano en la globalización».

A ese respecto, los ministros indicaron que París y Berlín pretenden continuar su «estrecha cooperación para actuar conjuntamente en favor de la paz y de la seguridad en el mundo, para que exista una Europa fuerte que afirme sus valores y defienda sus intereses al servicio de todos sus ciudadanos y de todos sus socios europeos».

Alliot-Marie y Westerwelle también señalaron que Alemania será «uno de los socios más próximos» de la presidencia francesa del G8 y del G20 este año, «en particular en la reforma del sistema monetario internacional». Igualmente estimaron que «el acercamiento de nuestras sociedades civiles es un elemento clave de la relación franco-alemana» y adelantaron que va a marcar la agenda para el horizonte de 2020 que se había fijado el año pasado.