Una semana después de que el joven de 33 años Urtzi Azpiroz ingresara en prisión acusado de haber participado en un acto de kale borroka en 2002 en Andoain, el miércoles la Ertzaintza detuvo a Jordi Grau, de 32 años y vecino de Karrantza, por su supuesta participación en un sabotaje en Artzentales en 2006.

Con la detencion e incomunicación de Jordi Grau -que todavía sigue en manos de la Ertzaintza a la espera de que sea llevado a la Audiencia Nacional- se da el segundo caso en 2011 de operativos del mismo índole; la Policía que dirige Rodolfo Ares afirma tener pruebas de ADN que confirman la imputación.

El movimiento pro amnistía, por su parte, informó de que la Ertzaintza, además de detener al vecino de Karrantza, también registró dos viviendas en la citada localidad vizcaina, así como el bar en el que trabaja el joven. En total, cerca de once horas de registros. Desde Interior añadieron que acusan a Grau de participar en la colocación de un artefacto casero el 6 de marzo de 2006 en una sucursal de la BBK, que no llegó a explosionar.

Al respecto de las pruebas de ADN en los que Interior basa las últimas detenciones, el movimiento pro amnistía advirtió de que la Ertzaintza está recogiendo en los pueblos y barrios de Gipuzkoa, Araba y Bizkaia muestras de ADN para emplearlos luego en redadas similares.