Un atentado durante un funeral en un barrio chií de Bagdad deja 48 muertos
Al menos 48 personas murieron ayer y otras 121 resultaron heridas por la explosión de un coche bomba en el noroeste de Bagdad. Fuentes policiales explicaron que el vehículo cargado de explosivos estalló en el barrio de Al-Shula, de mayoría chií, cerca de donde se celebraba un funeral.GARA |
Bagdad vivió ayer su día más sangrienta de los últimos tres meses con la muerte de al menos de tres meses con la muerte de 48 personas en un atentado suicida cometido con un coche bomba durante un funeral en un barrio de mayoría chií.
Este ataque fue el más mortífero en una serie de ataques que dejaron un total de al menos 53 muertos en la capital iraquí, y vino a confirmar el fuerte incremento de la violencia en los últimos diez días en Irak, lo que a su vez plantea la cuestión de la capacidad de las fuerzas locales para controlar el país y garantizar la seguridad.
El coche bomba explotó en torno a 13.30 (11.30 en Euskal Herria) cerca de una carpa instalada en el barrio chií de Al-Shula, donde una familia estaba recibiendo las condolencias de familiares y amigos, tras la muerte de un pariente.
«El ataque dejó 48 muertos y 121 heridos», señaló un funcionario del Ministerio del Interior.
Todos los testigos entrevistados por AFP indicaron que el ataque fue obra de un kamikaze, pero este extremo no fue confirmado por fuentes oficiales.
Unas horas más tarde, el suelo seguía cubierto con manchas de sangre, zapatos y ropa. Las tienda situadas a varias decenas de metros del lugar donde se celebraba el funeral quedaron parcialmente derrumbadas, una docena de edificios resultaron dañados y seis coches quemados.
Tres hijos de Hussein Ayid al-Saadi, la persona fallecida el miércoles y por la que se celebraba en funeral, murieron en el ataque.
Justo después de la explosión, los residentes en el barrio expresaron su ira, lanzando piedras contra los soldados y policías, informó un responsable de Interior. «Algunas personas abrieron fuego contra las fuerzas de seguridad, lo que les obligó a retirarse», dijo. «Un regimiento fue enviado como refuerzo y tuvo que disparar al aire para dispersar a la multitud», agregó.
Un vecino, Mohammed Hussein al-Saadi, declaró a AFP que la protesta fue provocada por la actitud del primer oficial del Ejército que llegó al lugar, que restó importancia al atentado e, incluso, acusó a los habitantes del barrio de ser responsables.
«El Gobierno detiene a los terroristas para dejarlos en libertad al día siguiente», acusó Abu Mohamed al-Saadi, otro residente de 56 años. «¡Qué saque de nuestras calles a los criminales!», sostuvo.
Bagdad fue escenario ayer de al menos otros cuatro atentados, que provocaron cinco muertos y 21 heridos.
El primer ministro Nuri al-Maliki, que ha asumido interinamente las carteras de Defensa e Interior, ordenó la detención del responsable de seguridad de Al-Shula, según la cadena pública Al-Iraqiya, y colocó al mando de la seguridad al teniente coronel Ahmed al-Obeidi.