De la Iglesia seguirá como presidente hasta las nuevas elecciones
A pesar de que el pasado martes Álex de la Iglesia anunciaba que dimitiría como presidente de la Academia española de Cine el próximo 14 de febrero, tras la celebración de la gala de los premios Goya, el cineasta bilbaino permanecerá en el cargo hasta que se celebren, en un plazo no superior a los tres meses, elecciones para designar al nuevo equipo directivo de la institución. Se acordó así en una reunión con los miembros de la actual directiva.
GARA | MADRID
Después del«calentón» del pasado lunes, ahora Álex de la Iglesia tendrá que esperar para abandonar la presidencia de la Academia española de Cine. El lunes, después del acuerdo entre PSOE, PP y CiU para sacar adelante la «Ley Sinde» en el Senado español, el director bilbaino no pudo ocultar su enfado por las circunstancias en las que se había producido y, en Twitter, expresó su intención de dejar de presidir la Academia. Lo confirmó la mañana siguiente, cuando anunció que dimitiría tras la gala de los Goya.
A última hora de la tarde de ayer, en un comunicado emitido tras la reunión mantenida entre el cineasta bilbaino y la actual junta directiva para estudiar la crisis abierta por De la Iglesia, la academia anunciaba que «ante el deseo de dimitir del presidente, la junta directiva ha decidido en el día de hoy (ayer) convocar elecciones presidenciales que, según los estatutos de la Academia, habrán de tener lugar en un plazo no superior a los tres meses». «Hasta entonces, el equipo presidencial se mantendrá en sus funciones institucionales», concluía.
«Muy impulsivo»
En una breve comparecencia ante los periodistas, en la que apareció flanqueado por todos los miembros de la junta directiva de la academia de cine estatal, De la Iglesia detalló que las elecciones tendrán lugar en un plazo de no más de tres meses a partir de este jueves. Se convocará una Asamblea General en la que se presentarán las candidaturas que haya y se votarán. Además, puntualizó que no dimite el 14 de febrero porque los estatutos dicen que tiene que aguantar hasta que haya elecciones, e insistió en que su idea es dejar el cargo «lo antes posible».
«Me he sentido muy querido por todos, pero es una decisión personal dejar la Academia y, en ese sentido, sigo firme en ello. No quiero que la gala deje de ser lo que es (por la gala de entrega de los Goya), y quiero que tenga toda la fuerza y las ganas que le hemos puesto durante un año, que sea lo más simpática y glamurosa posible», dijo.
Asimismo, reconoció que es «muy impulsivo», y que dice siempre lo que piensa. Por eso explicó que dimite porque como presidente debería «tener un poquito más de discreción». Por eso insistió en que abandona el cargo porque quiere «seguir diciendo» lo que piensa.
Apuntó que no se arrepiente de haber expresado su opinión sobre la «Ley Sinde», aunque sí de haberla dicho como presidente de la Academia. Por eso reconoció que debería «haber hablado previamente con sus miembros, sin duda». En un tono entre el reproche y la broma, la vicepresidenta de la Academia, la cineasta Iciar Bollaín, destacó que le han «tirado de las orejas un poco por eso».
El director bilbaino aseguró que sus años al frente de la Academia han sido «los más felices» de su vida y ha «disfrutado mucho». «He conocido a gente maravillosa. Suena como `Vacaciones en el mar', pero es cierto. He conocido productores, distribuidores, exhibidores, he conocido el sector y he aprendido un montón, también a escuchar», añadió. Señaló que su estado de ánimo «es muy bueno», a pesar de lo cual está «sufriendo un montón» estos días.