La plantilla cierra filas para tomarse la revancha ante un Almería mejorado

GARA | DONOSTIA

A pesar de que la semana ha estado marcada en gran medida por la lesión de Joseba Llorente, que comenzó el tratamiento el miércoles en Barcelona, la plantilla de la Real es consciente de la importancia del partido de mañana contra el Almería, un rival directo en la lucha por evitar el descenso que ha cogido una buena ola en el último mes de competición.
Hasta el 5-0 de Copa contra el Barcelona, los andaluces llevaban cuatro partidos

onsecutivos sin perder: 1-1 contra el Real Madrid y 3-2 ante Osasuna en Liga, ambos en casa, y los dos anteriores partidos coperos contra el Deportivo (1-0 y 2-3). Y aunque el cambio de técnico –José Luis Oltra por Juanma Lillo– no haya sido un gran revulsivo, el Almería sigue vivo en la pelea por salir de los puestos de descenso, ocupando actualmente la 18ª plaza con 17 puntos.

Además, en la estadística particular entre ambos clubes, el andaluz sale bastante mejor parado que la Real, a la que eliminó de la Copa (2-3 y 2-1) y con la que empató (2-2) en el partido de la primera vuelta.

«Me imagino que para ellos la Liga tendrá más importancia que la Copa, y últimamente han conseguido buenos resultados. Vendrán con ganas de sumar puntos, pero para nosotros es un partido que jugamos en casa, donde tenemos que ser fuertes. Será un partido peleado», declaró Mikel Labaka, que no quiso «dar mayor importancia de la que tiene» a la lesión de Joseba Llorente ante las insistentes preguntas al respecto.
«Estamos con ganas de que llegue el partido. Si les ganamos tendríamos el golaverage a favor, y además nos eliminaron de la Copa, por lo que queremos esa revancha deportiva. Arriba tienen jugadores de calidad y muy diferentes, lo que es muy peligroso», añadió Diego Rivas.