Cientos de miles de personas se manifestaron ayer en el Cairo, y llevaron la situaci�n a un punto de no retorno. Mubarak, de hecho, ya ha anunciado que no se presentar� a las pr�ximas elecciones, como se lo hab�a dictado su hasta ahora aliado y benefactor EEUU. Inspirado en un simple deseo de libertad y decidido a no dejar escapar la oportunidad para capturar y reclamar su destino, el pueblo egipcio ha conseguido la m�s sentida de sus reivindicaciones, un sue�o que hasta hace bien poco parec�a ut�pico: que Mubarak se vaya. A su vez, Jordania -donde la opresiva monarqu�a movi� ficha y nombr� un nuevo primer ministro-, Siria -donde ya se ha convocado el correspondiente �D�a de la Ira�- o Yemen se postulan como los nuevos focos para un alzamiento popular. La pol�tica exterior occidental que en nombre del realismo y la estabilidad ha promocionado gobiernos autoritarios deber�a aprender una primera lecci�n: las autocracias son m�s fr�giles que cualquier otra forma de gobierno.

Desde una posici�n oportunista, las potencias que sostuvieron a Mubarak afirman ahora que el cambio es necesario, pero que debe ser un cambio estable. Lo que quiere decir un compromiso con las fuerzas de Mubarak mediante un alargamiento del c�rculo de poder. Hablar de una transici�n pac�fica en Egipto, y en el mundo �rabe, resulta obsceno: tras aplastar y triturar la oposici�n, Mubarak lo ha hecho imposible. La pol�tica del �yo o el caos�, tan utilizada por los aut�cratas, hace que se clarifique la elecci�n: o un cambio cosm�tico en el cual algo cambia para que todo siga igual, o una verdadera ruptura democr�tica.

La hipocres�a de las potencias occidentales resulta descorazonadora. Apoyan p�blicamente la democracia y, cuando el pueblo se revuelve contra los tiranos en demanda de libertad y justicia -y no de religi�n-, se muestran profundamente preocupados. �Por qu� no alegrarse de que los egipcios hayan conseguido una oportunidad para su libertad? Hoy, la consigna de Mao resulta pertinente: �Hay un gran caos bajo el cielo, la situaci�n es excelente�.