Un hombre que ya había sido detenido dos veces en dos meses fue enviado a prisión por abuso sexual e inducción a la prostitución a menores. A través de la red social Tuenti, el arrestado por la Ertzaintza se ponía en contacto con los adolescentes utilizando perfiles falsos y haciéndose pasar por un chico joven. Llego, incluso, a contactar con ellos por teléfono para conseguir su propósito de mantener relaciones sexuales a cambio de pequeñas cantidades de dinero. El hombre justificaba su voz diciendo que estaba enfermo.