El 13 de febrero está instaurado en Euskal Herria como Día contra la Tortura, al ser la jornada en la que en 1981 el vecino de Zizurkil Joxe Arregi murió en el hospital de la cárcel de Carabanchel tras permanecer nueve días en los calabozos policiales. Al cumplirse 30 años de esa fecha, desde el movimiento pro amnistía y Torturaren Aurkako Taldea (TAT) subrayaron que desde entonces han sido 13 los ciudadanos vascos que han fallecido por esta causa.

Recordaron que la última denuncia fue la de Patxi Arratibel, a mediados de enero, cuando escribió la palabra «atznugal» en la declaración ante la Guardia Civil para «salir del infierno de la tortura». Además, incidieron en que la Fundación Euskal Memoria contempla más de 10.000 ciudadanos vascos víctimas de esas prácticas en medio siglo de datos recopilados.

«Todos los gobiernos que hemos conocido desde Franco hasta Zapatero han utilizado la tortura en la alocada espiral represiva contra Euskal Herria», manifestaron Roberto Noval y Ane Ituiño. «Por eso -añadieron- decimos que la tortura es sistemática, y el año que hemos dejado atrás es un claro ejemplo de ello. Durante el año 2010, 63 ciudadanos y ciudadanas han sufrido torturas en Euskal Herria; es decir, cada cuatro días una persona ha sido incomunicada y torturada en dependencias policiales».

Enmarcaron ese proceder, en la intención del Ejecutivo español de emplear esta práctica como «su arma principal para obstaculizar» el nuevo ciclo político que se está abriendo en el país. «Ante cada paso que la izquierda abertzale da para buscar una solución dialogada, justa y democrática, los policías no han hecho más que aumentar el número de detenciones y el uso de la tortura. Y esto responde claramente a unos objetivos políticos. El Gobierno español mantiene la decisión política de utilizar al tortura y además de manera muy salvaje», destacaron los representantes del movimiento pro amnistía y TAT.

Frente a este panorama, resaltaron las «multitudinarias movilizaciones e iniciativas» contra la tortura, aunque conside- raron que no es suficiente ya que «las denuncias llegan una tras otra de las comisarías y la Audiencia Nacional española. Por lo tanto -remarcaron-, debemos multiplicar la labor realizada hasta ahora».

De ahí, el llamamiento efectuado ayer a participar en las numerosas movilizaciones que se impulsarán en diferentes localidades de Euskal Herria.