El Parlamento respalda a Berlusconi también en su escándalo sexual
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, recibió ayer el respaldo del Parlamento en relación al escándalo sexual conocido como «caso Ruby», en el marco del cual se le relaciona con la incitación a la prostitución de menores y el abuso de poder, al rechazar una solicitud de autorización para registrar las oficinas de su contable personal. El Parlamento declaró incompetente a la Fiscalía de Milán para procesar al jefe del Gobierno.
GARA
La Cámara de Diputados de Italia votó ayer a favor de que el primer ministro, Silvio Berlusconi, sea investigado por el Tribunal de Ministros y no por la Fiscalía de Milán al declararla incompetente para procesar al jefe del Gobierno por prostitución de menores y abuso de poder.
El pleno rechazó la petición de la Fiscalía para registrar la oficina del contable de Il Cavaliere, Giuseppe Spinelli, donde se sospecha que existen documentos relevantes para la investigación, como justificantes de supuestos pagos a jóvenes que asistieron a las fiestas privadas del político derechista y que, según los fiscales, eran de índole sexual.
La Fiscalía de Milán sostiene que Berlusconi pagó para mantener relaciones sexuales con una menor y que después usó las prerrogativas de su cargo para encubrirlo. Por eso, quiere inspeccionar la oficina de Spinelli, quien supuestamente efectuó los pagos a esa menor y otras decenas de jóvenes en nombre del primer ministro.
Con 315 votos a favor, 298 en contra y una abstención, la Cámara volvió a respaldar al primer ministro al decidir que el sumario presentado por la Fiscalía de Milán ante la Junta de Autorizaciones, el que sacó a la luz las fiestas de Berlusconi con supuestas prostitutas, sea reenviado a la Fiscalía al estimar que no tiene competencia para registrar las oficinas de Spinelli, a las que la Policía Judicial no ha podido acceder gracias a la inmunidad parlamentaria, al ser consideradas oficinas de la secretaría política del diputado Berlusconi.
La votación fue vista como una prueba de fuerza de la mayoría de derecha, que logró un apoyo más de los obtenidos en la moción de censura al Gobierno del pasado 14 de diciembre y que el ejecutivo salvó por sólo tres votos y en medio de acusaciones de compra de voluntades por parte de la oposición.
La Fiscalía abrió el proceso contra el primer ministro por mantener supuestamente relaciones sexuales con la joven Kharima Ruby El-Mahroug cuando era menor y por utilizar presuntamente su posición para conseguir la liberación de la joven, detenida por robo por la Policía de Milán, porque «creía» que era sobrina del presidente de Egipto, Hosni Mubarak. Según la tesis defendida ayer por el representante del gubernamental Pueblo de la Libertad, Antonio Leone, Berlusconi actuó por «motivos institucionales» porque «de verdad» creía que era sobrina de Mubarak.
Por tanto, Leone aseguró que la presunta concusión era un «delito funcional» por lo que «no podía ser juzgado por un tribunal ordinario» sino por el Tribunal de Ministros.
Por su parte, el portavoz del Partido Democrático en la Cámara, Dario Franceschini, subrayó que Berlusconi «ha puesto en ridículo al país ante el mundo» y debe «dimitir».
A pesar de la decisión de la Cámara de Diputados, la Fiscalía milanesa seguirá adelante con la investigación y ha anunciado que el lunes o el martes solicitará ante el juez de Instrucción el procesamiento de «Il Cavaliere».
Según la tesis defendida por el Pueblo de la Libertad, Berlusconi actuó «por motivos institucionales» cuando utilizó su cargo para liberar a Kharima El-Mahroug (Ruby Robacorazones) de la Policía, porque «pensaba» que era la sobrina de Mubarak.
El Gobierno de Silvio Berlusconi no consiguió ayer la mayoría en la votación sobre el federalismo fiscal, caballo de batalla de la Liga Norte que exige la inmediata aprobación de la reforma para seguir manteniendo su apoyo al Ejecutivo, sin el cual caería el Gobierno y habría que convocar elecciones anticipadas, una posibilidad que el primer ministro quiere evitar a toda costa.
La Comisión Bicameral para el Federalismo del Parlamento italiano rechazó, con un empate a quince votos, el decreto presentado por el Gobierno ante las dos cámaras legislativas sobre el federalismo fiscal. Votaron a favor los once representantes del partido de Berlusconi, Pueblo de la Libertad (PDL), los tres de la Liga Norte y el del SVP (partido nacionalista de Alto Adigio o Tirol del Sur). A pesar de las concesiones de la mayoría, el partido Futuro y Libertad (FLI) de Gianfranco Fini, que considera que la reforma va a suponer una mayor carga impositiva, votó en contra junto al resto de grupos.
Antes de la votación, Bossi matizó su postura, pero Il Cavaliere ya había afirmado que «en caso de empate» el Ejecutivo «llevará a cabo igual la reforma», porque el parecer de la Comisión es sólo consultivo. Además, su presidente, Edmundo La Loggia, aseguró que «no se irá a las urnas» y que el Gobierno «modificará el decreto».
La oposición rechaza el decreto porque considera que reduce la autonomía de la financiación de los entes locales y aumenta la presión fiscal sobre los municipios. Sin embargo, el ministro de Economía, Giulio Tremonti, aseguró que la reforma es «un pasaje hacia Europa» porque Italia es el «único país» que no contempla «impuestos locales» independientes, sino que mantiene un sistema fiscal centralizado. GARA
