Maria Schneider siempre será recordada por el papel que protagonizó en 1972 junto a Marlon Brando en el «El último tango en París», una tórrida historia de amor dirigida por Bernardo Bertolucci, y que le causó una crisis personal y, según manifestó en repetidas ocasiones, le condicionó su profesión y su vida personal. Falleció en París a los 58 años de edad tras una larga enfermedad.

Hija del actor Daniel Gélin, quien nunca la reconoció como tal, y de la modelo Marie-Christine Schneider, la intérprete fue seleccionada directamente por Bertolucci para dar la réplica a Marlon Brando en el que se convirtió en el tango más famoso del mundo.

En los años 70 continuó con su carrera interpretativa junto a actores como David Bowie, Gérard Depardieu o Jack Nicholson, aunque buena parte de su carrera se desarrolló en Italia. En 1980 logró el César (premios que otorga la Academia francesa) a la Mejor Actriz Secundaria por «La Dérobade». Con el tiempo trabajó más para la televisión, aunque en 2000 reapareció en el séptimo arte con un papel de «actriz maldita» en «Les Acteurs». Su última aparición fue hace tres años en «Cliente», de Josiane Balasko.

Tras conocerse la noticia del fallecimiento, el director italiano Bernardo Bertolucci aseguró que le hubiera gustado «pedirle perdón». «Su muerte ha llegado demasiado rápido. Aunque no pueda volver a abrazarla tiernamente, quisiera decirle que me sentía unida a ella como el primer día, y me gustaría, al menos por una vez, pedirle perdón», declaró.

Desde los 19 años, María Schneider se convirtió en el icono de la revolución sexual. Presa de Jeanne, protagonista a la que encarnó al lado de Marlon Brando en «El Último tango en París», jamás llegó a olvidar la escena célebre de sodomía que la dejó traumatizada, algo que la llevó a ingresar en un hospital siquiátrico años más tarde.

«María me acusaba de haber robado su juventud, y hoy me pregunto si esto no era verdad en parte. En realidad, era demasiado joven para poder sostener el impacto que tuvo el imprevisible y brutal éxito de la película. Marlon se refugió en su impenetrable vida privada, y todo el peso de la promoción de la película recayó sobre María y yo», añadió. «Pero la relación fuerte y creativa que tuvimos durante el rodaje del `Último Tango en París' se terminó degradando con el tiempo», reconoció el cineasta.

La película se estrenó en salas de Italia el 15 de diciembre de 1972 pero, poco tiempo después, sus proyecciones fueron prohibidas tras numerosas peripecias judiciales, quedando condenada a la destrucción. No obstante, algunas copias del título se conservan hoy día en la Cinemateca Nacional italiana.