«¿Sabes dónde te has metido? ¡Estás en la jungla! ¡Vas a morir!» Reto superado. No sin trabajar, no sin sufrir, o quizá precisamente por eso, el Caja Laboral Baskonia, que jugó uno de sus partidos más serios de la campaña liderado por San Emeterio, se deshizo de uno del mayor «coco» de su grupo. ¿Por qué no se juega siempre así?

El partido fue un duelo de ajedrez entre grandes maestros. Ivanovic y Obradovic trataron de imponer sus piezas, y aunque pudo decirse que el PAO impuso su ritmo espeso, los baskonistas aguantaron el tirón con una defensa de altura.

Pero no sólo de defensa vive el basket, y los gasteiztarras hallaron las vías para anotar. Teletovic halló premio a su movilidad, dejando el papel de anotador a San Emeterio, mientras que Logan con sus triples y Batista, que brilló al poste bajo, apoyaban el ataque baskonista.

Por su parte, Panathinaikos replicaba con Tsartsaris y Diamantidis, y un rosario de tiros libres. Asimismo, las trampas defensivas de Obradovic -zona press 2-1-2 o zona 2-3, con o sin conversión a individual- también ayudaron a que los helenos aguantaran el tirón de los de Ivanovic. Con todo, el cuadro alavés llegaba con una ligera ventaja al descanso: 36-33.

Secundarios de oro

El cuadro heleno se adelantó nada más empezar el tercer período, 41-42, pero San Emeterio estaba ahí llamando al orden. Los baskonistas cobraban puntos merced al alero cántabro, que al fin conseguía que su equipo lanzara tiros libres.

Pero el estirón y amarre del triunfo llegó de dos secundarios. Primero fue Pau Ribas quien estiró la ventaja gasteiztarra con tres triples seguidos, y después Esteban Batista, que pese a que se ganó una absurda técnica, superó a Batiste y ejerció de referencia hasta que San Emeterio, Teletovic y Huertas -opacado por Diamantidis- entraron en acción, superando este reto con un éxito rotundo.