La izquierda abertzale insiste en reclamar una reunión a NaBai
Txelui Moreno, Xanti Kiroga y Mariné Pueyo consideraron que las relaciones entre partidos «no pueden estar sujetas a ultimatos» y aseguraron que «si hay voluntad, hay tiempo» de llegar a alianzas. La izquierda abertzale recuerda que todavía esperan que la coalición NaBai ponga una fecha para reunirse con ellos, ya que el anterior intento fracasó por la detención de Gorka Mayo.
Aritz INTXUSTA | IRUÑEA
La izquierda abertzale renovó ayer su llamamiento a una conjunción de fuerzas para las elecciones de mayo en Nafarroa. Su mensaje era similar al que realizó el jueves Eusko Alkartasuna: «si hay voluntad, hay tiempo». El análisis que realiza de la situación, con la derecha fracturada en cuatro formaciones distintas (PP, UPN, UPD y CDN) y un PSN condenado a un bajón por el desgaste del PSOE en el Estado, indica que en el herrialde se vive una oportunidad única para derrotar a «la derecha más rancia de Europa».
Los portavoces de la izquierda abertzale Txelui Moreno, Mariné Pueyo y Xanti Kiroga ofrecieron una rueda de prensa en la que valoraron los últimos movimientos en el espectro político navarro. La idea principal que trasladaron es que «Nafarroa se merece el cambio y necesita ese cambio». Pero las posibilidades de derrocar a la derecha siguen pasando por una confluencia de las distintas sensibilidades de los abertzales de izquierdas. En este sentido, insistieron en que el acuerdo marco que permite un trabajo conjunto es el Acuerdo de Gernika, que suscribieron junto a EA y Aralar. La izquierda abertzale insistió que éste es un acuerdo marco en el que se diseña una «hoja de ruta» para la resolución del conflicto y se describe que el sujeto para el cambio debe «tener como seña de identidad a Euskal Herria y como perfil, la izquierda».
Fragmentación de NaBai
Frente a las acusaciones de que la izquierda abertzale ha dinamitado NaBai, el comunicado remarca que «el deseo de la izquierda abertzale es unir y nunca separar», porque esta unión es «la mejor garantía para el cambio político y social y lo que verdaderamente le quita el sueño a la derecha». Sin embargo, la confluencia sigue quedando lejos, puesto que Aralar y PNV, así como los independientes de NaBai, no sólo no parecen dispuestos a concurrir junto a la izquierda abertzale, sino que han expulsado ya de facto a Eusko Alkartasuna de la coalición por mantener acuerdos con la izquierda abertzale. En contraposición, el comunicado de ayer defiende que las relaciones y la práctica entre partidos políticos «no pueden estar sujetas a vetos y ultimatos».
En este sentido, la proposición a los socios de NaBai de mantener una reunión con la mesa de la coalición, sigue en pie. «No tiramos la toalla», dijeron, para añadir que esa reunión está pendiente desde noviembre, cuando comenzaron los encuentros con Aralar para tratar de consensuar unos principios programáticos que permitan concurrir juntos a las urnas. La izquierda abertzale sigue esperando que propongan una fecha para esa reunión que, como recordaron, estuvo prevista para el día 21 de enero, pero no pudo llevarse a cabo ya que uno de los interlocutores que llevaba el peso en esas negociaciones, Gorka Mayo, fue detenido unos días antes en una redada de la Guardia Civil.
El impulso de los ciudadanos
La izquierda abertzale entiende la multitudinaria respuesta popular con la que la sociedad navarra rechazó la detención de Mayo y otras nueve personas como un aviso de la ciudadanía para que los partidos vayan todos a uno a las elecciones. Otra de las señales que apuntarían en esta dirección, según señalaron los portavoces de la izquierda abertzale, es la huelga general del 27 de enero contra la reforma de las pensiones que sacó adelante el PSOE con el respaldo del PNV. «La sociedad nos está enseñando cuál es el camino. Esa unidad y determinación demostrada por una parte importante de la ciudadanía es la que reclama la izquierda abertzale para unir y derrotar a la derecha españolista en el terreno electoral», señalaron. Por eso, consideran que «el sujeto electoral que nos tiene que llevar al cambio político y social no puede ser un sujeto excluyente» sino que hay que ofrecer «herramientas para el cambio que estén acordes con los tiempos que estamos viviendo».
La necesidad del cambio está sustentada en la gestión del Gobierno de UPN, con el respaldo del PSN, que la izquierda abertzale considera antisocial. Esta política «se ha caracterizado por una política económica al servicio de los grandes promotores inmobiliarios, el servilismo hacia las multinacionales y una fiscalidad que beneficia a los ricos y penaliza a la clase trabajadora», aseguraron.
La izquierda abertzale considera que las movilizaciones contra las detenciones y la huelga general suponen un llamamiento de la ciudadanía para que todos concurran juntos a las próximas elecciones.
Nafarroa requiere de «una herramienta acorde con los tiempos que vivimos» para conseguir derrotar a la derecha en las urnas y no un sujeto «excluyente», según defendieron ayer Moreno, Pueyo y Kiroga.