Nuevo proyecto organizativo de la izquierda abertzale
La izquierda abertzale intensifica la actividad por la legalización
Tras las movilizaciones de hoy, el lunes expondrá el contenido de sus estatutos y el martes hará público el nombre del nuevo partido.
Iñaki IRIONDO | GASTEIZ
Arrancan hoy unos días decisivos para la legalización de una nueva formación política de la izquierda abertzale y lo hacen con una convocatoria de movilizaciones en todas las localidades de Euskal Herria, a semejanza de la jornada del pasado 18 de diciembre.
La izquierda abertzale ha hecho un llamamiento para que todas las personas que quieran participar en la construcción de un escenario de democracia total se movilicen en defensa de la legalización de todos los proyectos políticos. En un comunicado de prensa, señala que en ese camino es preciso la voz y el compromiso de todos.
Los convocantes recuerdan que en el Acuerdo de Gernika se recoge la demanda del «reconocimiento de los derechos civiles y políticos permitiendo la actividad y el desarrollo de todos los proyectos políticos, considerando que el reconocimiento y la protección sin excepción alguna de todos los derechos humanos es la base fundamental de los mismos. En este sentido, exigimos la derogación de la Ley de Partidos Políticos al constituir un instrumento jurídico sobre el que se sustentan las vulneraciones de derechos fundamentales».
El lunes, presentación
Otro hito en el camino de la búsqueda de la legalización lo constituye la presentación de los estatutos de la nueva formación el próximo lunes en el Palacio Euskalduna de Bilbo.
El acto ha sido convocado por Lokarri, que tras haber conocido el contenido de dichos estatutos, así como los rasgos generales del discurso político que envuelve los mismos, formuló a los impulsores del mismo la propuesta de presentarlos ante representantes cualificados de la política y de la sociedad vasca antes de su registro en Madrid. Una idea que la izquierda abertzale aceptó.
El acto contará con dos intervinientes. En primer lugar, Rufi Etxeberria tomará la palabra para exponer el anclaje político en el que se sitúa el paso que va a dar la izquierda abertzale. Después, el abogado Iñigo Iruin abordará el contenido de los estatutos desde el punto de vista jurídico-político.
Lokarri ha invitado a esta presentación a representantes de otros partidos políticos y ya se ha confirmado la presencia de delegaciones de PNV, Eusko Alkartasuna, Aralar, Abertzaleen Batasuna, Alternatiba y Ezker Batua. Han rehusado asistir PSE, PP y UPyD. Sí que acudirán los sindicatos ELA, LAB, STEE-EILAS, ESK e HIRU, además de dos miembros de CCOO a título individual.
La expectación que ha levantado esta presentación ha obligado a Lokarri a cambiar la sala que había previsto en el Euskalduna, que tiene una capacidad para unas 150 personas, por otra con un aforo de 283 butacas.
El nombre, el martes
Uno de los datos de la nueva formación que despierta mayor interés periodístico es su nombre, que se ha guardado celosamente hasta el momento. Sin embargo, éste no será desvelado en el acto de presentación de los estatutos del lunes, sino que los promotores de la formación política convocarán para el martes una rueda de prensa para hacerlo público.
Al día siguiente acudirán a Madrid para formalizar la solicitud de inscripción en el registro de partidos del Ministerio de Interior. El Gobierno tiene veinte días para proceder a la legalización, sin embargo ya se da por hecho -puesto que así lo han anunciado- que remitirán la solicitud a la Fiscalía y a la Abogacía del Estado y habrá de ser el Tribunal Supremo quien decida.
Manifestación
Las deliberaciones gubernamentales, el trabajo de los servicios de información (CNI y todas las policías) y la labor de la Fiscalía correrá paralela a la preparación de una gran manifestación para el día 19 en Bilbo.
Será dentro de una semana, el sábado 12, cuando un grupo de personalidades dé a conocer un manifiesto con las claves de la convocatoria, que se espera sea muy plural.
De esta forma arranca un proceso en el que se enfrenta-rán la voluntad de la mayoría política y social de Euskal Herria, que tanto en expresiones públicas como en las encuestas se muestra rotundamente favorable a la legalización, y los aparatos del Estado que se empeñan en poner barreras a la expresión institucional del independentismo.
El interés generado por el acto de presentación de los estatutos de la izquierda abertzale han obligado a Lokarri a cambiar el local previsto, con capacidad para 150 personas, por otro con un aforo de prácticamente el doble, con 283 butacas.
La izquierda abertzale buzoneará en toda Euskal Herria un millón de encuestas cuyos resultados le servirán para diseñar su programa electoral para los próximos comicios de mayo, que suponga «un cambio en la gestión de los ayuntamientos» y un avance hacia la «democratización» de los mismos. GARA
El presidente del grupo de CiU en el Parlament, Oriol Pujol, cree que «la reincorporación, tarde o temprano, de algunas formaciones abertzales al Parlamento vasco va a darle un punto de normalidad a la la representación real del pueblo vasco».
La inscripción en el registro oficial de un partido político obliga a una serie de formalismos que incluyen la redacción de unos estatutos que deben cumplir un «esquema mínimo» que ofrece el Ministerio de Interior y que se basa en los contenidos de la legislación actual.
Y el primer punto de ese «esquema mínimo» pretende dejar claro cuál es el marco legal de constitución de un partido, al deber recoger expresamente la fórmula de «al amparo de los artículos 6º de la Constitución Española y 1º de la Ley Orgánica 6/2002, de 27 de junio, de Partidos Políticos, se constituye el partido político denominado ....., cuyas siglas son... y siendo el símbolo ...»
Los estatutos también deberán recoger una serie de derechos y obligaciones de los afiliados, entre los que han de contemplarse los que figuran señalados de manera explícita por la propia Ley de Partidos. Además, se fija que el régimen disciplinario debe atender «al derecho a la defensa que asiste al militante objeto de expediente».
Cabe reseñar que, históricamente, las formaciones de la izquierda abertzale como Herri Batasuna, Euskal Herritarrok o Batasuna no contemplaron la figura del afiliado como tal, manteniendo habitualmente una estructura más abierta y permeable, donde era posible participar en asambleas a pesar de no estar formalmente inscrito ni pagar una cuota.
También por ley está fijado que los estatutos han de recoger que todo partido debe contar entre sus órganos con una asamblea general, «constituida por el conjunto de sus miembros, que podrán actuar directamente o por medio de compromisarios».
El trámite para la constitución de un partido comienza con la presentación en el registro del Ministerio de Interior de un «escrito de solicitud de inscripción, suscrito por cualquiera de los promotores o fundadores del partido, en el que se hará constar nombre y apellidos del solicitante, domicilio y ciudad, número de teléfono de contacto, instando su inscripción». Dicho formulario debe ir acompañado de un acta notarial de constitución de la formación política en el que se detallarán también sus estatutos. El número mínimo de promotores es de tres.
Una vez realizada la solicitud de inscripción, el Ministerio de Interior dispone de veinte días para proceder al registro de la formación política. Si pasado ese tiempo no hay ninguna comunicación contraria, se entiende que se da por hecha la legalización del partido.
Pero ese plazo queda en suspenso si el Ministerio de Interior ve algún defecto de forma que deba ser corregido o «cuando de la documentación presentada se deduzcan indicios racionales en relación con la ilicitud penal del partido».
En este caso, el Ministerio lo tendría que poner en conocimiento de la Fiscalía General del Estado dentro del plazo de esos veinte días que tiene desde la presentación de la solicitud de inscripción.
Por su parte, la Fiscalía también tendrá otros veinte días, desde que reciba la comunicación de Interior, para decidir si creen suficientes los indicios de ilicitud penal para ejercer ante el Tribunal Supremo las acciones que correspondan. De no ser así, devolverá la comunicación al Ministerio de Interior con el objetivo de que se complete la inscripción del partido.
En el caso de que la denuncia sea por continuidad de un partido anteriormente ilegalizado -que es la que el Gobierno español está anunciando que empleará contra la izquierda abertzale-, el Tribunal Supremo habrá de tomar una determinación atendiendo a «la conexión la similitud sustancial de ambos partidos políticos, de su estructura, organización y funcionamiento, de las personas que las componen, rigen, representan o administran, de la procedencia de los medios de financiación o materiales, o de cualesquiera otras circunstancias relevantes que, como su disposición a apoyar la violencia o el terrorismo, permitan considerar dicha continuidad o sucesión en contraste con los datos y documentos obrantes en el proceso en el que se decretó la ilegalización y disolución». GARA
