El autor del atentado del 11 de diciembre en Estocolmo, Taimur Abdulwahad -que murió al detonar los explosivos que transportaba- vivía en Luton, situado a medio centenar de kilómetros al norte de Londres.

Esta ciudad de 200.000 habitantes ha sido señalada, asimismo, como el lugar en el que se conocieron los cuatro kamikazes que perpetraron los atentados mortales del 7 de julio de 2005 contra los transportes públicos en la capital británica, y que dejaron un saldo de más de medio centenar de muertos.

Fue en Luton donde se creó hace dos años la English Defence League (EDL), una formación de extrema derecha que surgió como reacción a un incidente con motivo de un desfile de soldados británicos que volvían de la guerra de Afganistán.

Durante la parada militar, celebrada en marzo de 2009 en esta localidad, que cuenta con un 15% de población musulmana frente al 2,5% de media en el país, los militares fueron insultados por algunos vecinos.

Desde su creación, el EDL organiza manifestaciones, algunas de ellas violentas, por todo el país, contra lo que presenta como «islamización» de Gran Bretaña. «Los musulmanes desembarcan en nuestras regiones, se aparean y su número aumenta, obligando a la gente a huir de sus pueblos», señala el portavoz del movimiento, Guramit Singh.

«El Islam quiere dirigir el mundo, tienen como proyecto transformar este país en un Estado islámico en un plazo de 30 años», asegura este sij, uno de los escasos miembros del EDL que pertenecen a una minoría étnica.

El EDL ha invitado al pastor extremista estadounidense Terry Jones a una manifestación prevista para hoy en Luton. El religioso desató el año pasado una polémica mundial al amenazar con que iba a quemar públicamente ejemplares del Corán con motivo del aniversario de los ataques del 11-S.

Paralelamente, los miembros del grupo musulmán que arremetió contra los soldados que volvían de Afganistán están reclutando nuevos miembros.

La Policía asegura que mantienen lazos con Al-Muhajirun, una organización islamista presente en Gran Bretaña y fundada por Omar Bakri, quien tiene prohibida la entrada en el país y que está a la espera de juicio en Líbano.

El Ayuntamiento intenta luchar contra el estereotipo y ha lanzado una campaña de intercambio entre comunidades. «No vamos a decir que no hay problemas en Luton, pero no es lo que dice la prensa. El hecho de que los kamikazes del 7-J tomaran el tren aquí no puede utilizarse para ligar la ciudad con el extremismo», asegura Sarah Allen, responsable del programa municipal.

Los hechos, sin embargo, son tercos. En los noventa, provenían de Luton los imames reclutados para la nueva mezquita londinense de Finsbury Park, calificada por la Policía como un bastión islamista.

Tras los ataques del 11-S, dos habitantes del barrio murieron combatiendo junto a los talibanes en Afganistán.

Y el kamikaze de Estocolmo frecuentó el Centro Islámico de Luton, que abandonó en 2007 tras haber sido criticado por sus «ideas extremistas», matiza el responsable de este lugar de culto, Qadeer Baksh.

«Lo que habría que hacer es desterrar el extremismo del EDL y de estos musulmanes extremistas de Al-Muhajirun», afirma. «Sólo así Luton será el lugar que era en los años 80 y 90, cuando todo iba bien».

Alerta general

El servicio británico de espionaje MI6 ha advertido de que el país afrontaría la amenaza de una oleada de atentados suicidas por parte de islamistas nacidos en el país sobre los que las fuerzas de seguridad no tendrían ninguna información.

Así se afirma en una filtración de la página web Wikileaks que publicaba ayer «The Daily Telegraph», que cita como fuente a un destacado miembro no identificado del Sistema Secreto de Inteligencia (SIS), nombre oficial del MI6.

El alto funcionario del MI6 hizo esta advertencia durante una reunión privada con una delegación del Congreso de EEUU, cuyos miembros expresaron la preocupación estadounidense sobre la radicalización de grupos de jóvenes musulmanes en Gran Bretaña. «La amenaza interna está empezando a ser más peligrosa porque algunos extremistas están realizando entrenamiento (...) sin ni siquiera salir del país», advirtió.