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El falso documental de Joaquin Phoenix

«I'm Still Here»

Ha sido una de las creaciones más polémicas del pasado año, desde el momento en que se supo que las inexplicables apariciones públicas de un supuestamente acabado Joaquin Phoenix formaban parte del guión de este falso documental sobre la actuación y la fama en Hollywood.

Mikel INSAUSTI | DONOSTIA

Nada de lo que estaba ocurriendo en la vida de Joaquin Phoenix parecía tener sentido. Tras el estreno de la obra maestra de James Gray «Two Lovers», el actor anunciaba públicamente su retirada justo cuando se encontraba en la cumbre artística. Y, lo peor de todo, era que esgrimía como razón el querer convertirse en rapero. Los medios se lanzaron a hacer mil y una especulaciones, sobre todo a raíz de su aparición en el show televisivo de David Letterman en un estado no muy equilibrado. Mordieron el anzuelo echándole la culpa a las drogas y otros problemas sicológicos.

Al descubrirse el pastel y quedar claro que todo formaba parte del falso documental realizado en plan familiar por su cuñado Casey Affleck, hubo quienes, dentro de la prensa, se sintieron estafados o utilizados. En cambio, la percepción del espectador no tiene por qué ser ésa, puesto que la escenificación estaba destinada a trazar una original ilustración de los problemas de identidad dentro del mundo del espectáculo.

Ahora se sabe que Joaquin Phoenix, que demostró ser un buen cantante en el biopic de Johnny Cash, rapeaba deliberadamente mal. Venía a ser una caricatura de las tonterías que se ven obligados a hacer los actores con tal de seguir en el escaparate para que les sigan contratando, ya sea cantar o diseñar ropa o perfumes. Fueron muchos los colegas de profesión que se prestaron a seguirle el juego, siendo Ben Stiller y Natalie Portman los que exhiben una mayor complicidad, además de Bruce Willis, Danny Glover, Jack Nicholson, Danny DeVito, Billy Cristal o Edward James Olmos.

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