Decenas de miles de italianas exigen en la calle la dimisión de Berlusconi
Decenas de miles de mujeres italianas, junto a miles de hombres, salieron ayer a manifestarse para reclamar la dimisión del primer ministro Silvio Berlusconi, a quien acusan de denigrar a las mujeres y la imagen del país por su implicación en el escándalo Rubygate de prostitución de menores. La movilización de ayer estaba organizada por un colectivo de defensa de la mujer y tomó la calle en las principales ciudades italianas.
Françoise KADRI (AFP) |
Decenas de miles de italianos se manifestaron ayer en Roma y en el resto del país para decir «basta» a Silvio Berlusconi, al considerar que ha actuado contra la dignidad de las mujeres en el escándalo Rubygate de prostitución de menores en el que está implicado el primer ministro.
En la capital, la Piazza del Popolo estaba repleta de gente, tanto de hombres como de mujeres y numerosos niños. Aunque no se dieron cifras de participación, algunos hablaban de más de 50.000 personas, pudiéndose alcanzar las 100.000 en este emblemático lugar.
Los manifestantes dijeron que también querían llamar la atención sobre los problemas de la mujer italiana y reivindicar su derecho al trabajo, a recibir ayuda (guarderías, media jornada) si quieren tener hijos y a no sufrir discriminación.
En las pancartas podían leerse lemas como «Indignadas» o «No me llames prostituta, llámame esclava» mientras que muchos portaban banderas y gorros rosas con la leyenda «Si no es ahora, ¿cuándo?», el nombre del colectivo que organizaba la movilización. Muchos participantes confesaban que era su primera manifestación.
Respeto a las mujeres
Una inmensa pancarta rosa que proclamaba «Queremos un país que respete a todas las mujeres» fue desplegada en lo alto de la terraza de Pincio, situada sobre la Piazza del Popolo, tradicional lugar de confluencia de las manifestaciones en Roma.
En la tribuna se leyeron mensajes de mujeres conocidas y anónimas de todas las tendencias, religiosas incluidas. «Ya no soporto tener vergüenza de mi país» o «Me voy a volver loca si sigo oyendo que las mujeres sirven para que los hombres se diviertan» fueron algunos de los más aplaudidos.
En Milán, a pesar de la lluvia, miles de personas denunciaron «la imagen indecente» de Italia que muestra el primer ministro. «Estamos aquí para decir que todas las mujeres de Italia no somos como las prostitutas de Berlusconi. Es una imagen horrible, el mundo se ríe de nosotros», dijo Maria Rosa Veritta, una ama de casa de unos 60 años que vive en Arcore, cerca de Milán, donde se encuentra la residencia de Berlusconi en la que se han celebrado desenfrenadas fiestas con decenas de jóvenes.
La jornada de movilizaciones comenzó en Palermo con 10.000 manifestantes.
Aunque no se reivindicó la pertenencia a ningún colectivo sindical o político, la derecha gobernante percibió un ataque.
«Quienes se manifiestan en numerosas ciudades italianas pertenecen al movimiento contra Berlusconi impulsado por la izquierda», señaló Fabrizio Cichitto, líder del grupo de diputados del Pueblo de la Libertad (PdL), la formación del primer ministro.
El presidente de la Cámara de Diputados italiana, Gianfranco Fini, desafió ayer al primer ministro, Silvio Berlusconi, a una dimisión conjunta para inmediatamente convocar unas elecciones anticipadas que «pongan fin al hazmerreír en el que se ha convertido Italia».
«Yo no tengo ninguna dificultad para afrontar la cuestión de mi papel como presidente de la Cámara. Aquí no se trata de decir `¿que dimita yo?, dimite tú'», dijo Fini, ex aliado de Berlusconi, durante la clausura en Milán del acto de constitución como partido de su grupo parlamentario, Futuro y Libertad para Italia (FLI).
«Haríamos ambos un espléndido papel si dimitiéramos para darles a los italianos la oportunidad de expresarse a través del voto. Estoy listo para mañana [hoy] por la mañana mismo, si Berlusconi toma nota de mi propuesta. Estoy seguro de que a Berlusconi no se le pasará ni por la antecámara del cerebro lo demitir», agregó
Desde el pasado viernes, FLI, el grupo parlamentario surgido de la escisión de los seguidores de Fini del partido de Berlusconi tras la expulsión del presidente de la Cámara Baja, ha celebrado en la capital lombarda su acto de constitución como partido, cada vez en una más clara oposición al primer ministro. GARA