Campeonato de Parejas
Encuentran la kriptonita en el fondo de su propio orgullo
Titín III y Pascual remontan un 3-10 adverso y terminan con la imbatibilidad de los líderes en un partidazo.
Jon ORMAZABAL I
A pesar del gran trabajo de Pascual, del espíritu indomable de Titín y del apoyo de un Adarraga entregado, la combinación de un Aimar Olaizola siempre efectivo y de un Begino especialmente mandón se antojaba excesiva e insalvable para los de Aspe cuando el marcador reflejó un contundente 3-10. Los corredores, que ya de inicio habían tenido serias dificultades para encontrar algún valiente que apostara por colorado estaban sentados y, quien más quien menos, contaba con la séptima victoria de los líderes, que además les otorgaba el pase virtual a semifinales. No obstante, cuando lo más fácil parecía dejarse llevar, Titín y Pascual mantuvieron la fe, buscaron dentro de sí mismos, y en el fondo de su orgullo dieron con la kriptonita, ese galáctico material que incluso lograba paralizar a Superman, y consiguieron uno de esos «milagros» deportivos que ocurren muy de vez en cuando.
El partido de ayer en el Adarraga tuvo dos partes muy diferentes, sobre todo en el marcador, ya que desde el primer tanto Iñigo Pascual demostró que iba totalmente en serio y respondió al asedio con una solvencia que se le ha echado en falta en demasiadas ocasiones pretéritas. No obstante, sucedió que, entre que Titín arrancó un poco frío y que Begino soltó su derecha con más potencia que nunca, enseguida se encontraron los de Aspe con un 3-10 que parecía sentenciar sus opciones en el Campeonato.
Gran reacción
Sin embargo, con Titín de por medio nunca se puede decir la última palabra. El de Tricio entendió que no bastaba con tratar de capear el temporal y decidió pasar al ataque, consiguiendo cambiar el ritmo del partido.
Con Pascual sin cometer un solo error, el delantero caracolero comenzó a enlazar sus buenos remates y, aprovechando unos minutos en los que Aimar Olaizola desapareció del partido, también espoleado por tres decisiones polémicas de los jueces -en dos le perjudicaron y en otra estuvieron acertados según la televisión- Titín entró en erupción y consiguió un 14-2 de parcial, dándole la vuelta al marcador para colocarse 20-17 por delante.
Pero Aimar Olaizola despertó y regresó al partido para, con cuatro tantos seguidos, incluido uno de saque, ponerse a uno solo de obtener su séptima victoria. Pero con la tensión y la emoción al máximo, Begino, enorme hasta entonces, cometió dos errores en el momento menos oportuno.