«El camino verde que por el valle se pierde» vuelve a unir a Carlos Larrea con su ciudad natal
Sus boleros, como «Camino verde» o «Dos Cruces», han quedado inmortalizados en la memoria musical popular, pero la mayoría desconoce que el autor de estas composiciones fue Carmelo Larrea, un pianista tomatero a quien ahora Bilbo le rinde homenaje.
Ane ARRUTI
Un mes antes de morir, Carmelo Larrea escribió una carta a Los Cinco Bilbainos. El escrito estaba acompañado de dos composiciones suyas y pedía al quinteto grabaran esas canciones. Fechada el 3 de enero de 1980 en Madrid, decía así: «El motivo de la misma es mandarles estas dos canciones y ver las posibilidades que hay de poder grabarlas en un single de las mismas, la cual pagaría yo dichas grabaciones. Me gustaría, a ser posible, una vez que ustedes perfilen las canciones, me mandaran una cinta de cassette para yo escucharla. También quisiera saber si se podría grabarlas en Bilbao. La difusión de estas dos canciones y la de ustedes sería grandiosa en todas las discotecas y emisoras de radio del país. Sin más por el momento, espero que me comuniquen lo que ustedes piensen». Los Cinco Bilbainos empezaron a perfilar la canción cuando tuvieron la noticia del fallecimiento de Larrea. Tres décadas después, el quinteto recupera la canción «Bilbao, Bilbao» que esta tarde, por primera vez, se escuchará en el Teatro Arriaga, en el concierto homenaje que comenzará a las 20.00.
«Es como tener algo pendiente, una espina clavada», explicaron ayer los miembros de la banda. Junto a ellos, conocidos cantantes participarán en este homenaje que ha sido dirigido musicalmente por Carlos Aragón, con los arreglos de Carlos Imaz. Estarán Los Mitos, El Consorcio, Marifé Nogales, Andeka Gorrotxategi, Gurutze Beitia y Ainhoa Cantalapiedra. Kepa Junkera y la orquesta Bilbao Philarmonia serán los encargados de musicalizar estos conocidos boleros.
El gran desconocido
Carmelo Larrea nació en 1907 en Deustua, cuando todavía era independiente de la capital bilbaina, y murió en Madrid a los 72 años. Estudió comercio en los Escolapios y Música en la Sociedad Filarmónica con otro de los compositores más conocidos de su época, Jesús Guridi. Con él aprendió canto y órgano. Después de trabajar como dependiente en una casa de bicicletas y de realizar apuntes taurinos en sus ratos libres, encontró trabajo como músico en el circo de los hermanos Carrey, con los que debutó en Donostia. Durante cinco años ofreció pequeñas actuaciones de piano, violín y concertina con otras compañías como la de Corzana y Feijoo.
Fue un hombre de jazz y se convirtió en un habitual en diversos establecimientos del barrio de Santa Cruz de Sevilla, con pequeñas actuaciones tocando el saxofón. Vivió allí durante once años, donde le van a colocar una placa conmemorativa en la calle donde vivió. Animado por un amigo de orquesta, empezó a crear canciones que poco a poco, comenzaron a sonar en transistores de madera de aquella época. Entre ellas están los conocidos boleros como «Camino verde», «No te puedo querer» o «Dos cruces», este último dedicado a dos hermanas de las que se enamoró el artista.
A pesar de la repercusión que tuvieron y siguen teniendo sus composiciones, Larrea fue un desconocido para la mayoría del público, incluso para muchos músicos. Así lo recordaba ayer Óscar Matía, componente de Los Mitos, en la rueda de prensa que ofrecieron los participantes del concierto de esta noche en el teatro Arriaga: «En varios conciertos cantábamos algún bolero suyo y ofrecíamos una botella de champagne para quien acertara el compositor. ¡Y no había manera de regalar la botella!». El encargado de los arreglos para este concierto, Carlos Imaz, por su parte, quiso destacar la faceta de letrista de Larrea.
El de hoy no será el único homenaje que reciba Larrea. El jueves se presentó el libro «Carmelo Larrea (1907-1980). Compositor de boleros universales», escrito por el periodista Carlos Bacigalupe y que da cuenta de la vida y obra del compositor, repasando sus canciones más conocidas.
Además, desde ayer un jardín del barrio de San Inazio -situada entre la Avenida Lehendakari Agirre, la trasera de la calle Cataluña y la calle Orixe- cuenta con su nombre. «Así, su barrio natal estrecha aún más los lazos con uno de los más relevantes compositores nacidos en la Villa», explicaron desde el consistorio bilbaino.