Presión de EEUU a Abbas para que retirase la resolución sobre las colonias
La Administración estadounidense se valió de la archiconocida estrategia del palo y la zanahoria para evitar tener que posicionarse en relación a la resolución de la ANP sobre los asentamientos judíos: primero, ofreció a Abbas y a los suyos una resolución de condena a las colonias ilegales, pero, por otra parte, amenazó a la Autoridad Palestina con las consecuencias de su iniciativa. Finalmente, usó su veto.
GARA
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, advirtió a Mahmud Abbas sobre las repercusiones que tendría sobre la Autoridad Palestina (ANP) su insistencia por someter a votación una resolución sobre los asentamientos ilegales en el Consejo de Seguridad, informó un responsable palestino.
«El presidente Obama amenazó el jueves con tomar medidas contra la Autoridad Palestina si insiste en presentarse ante el Consejo de Seguridad para que condene y pida que se detenga la colonización israelí» en los territorios ocupados durante la Guerra de los Seis Días de 1967, dijo un alto funcionario palestino que pidió el anonimato.
«Si siguen intentando recurrir al Consejo de Seguridad e ignoran nuestros pedidos al respecto, en particular las posibilidades alternativas que hemos sugerido, tendrá repercusiones en las relaciones palestino-estadounidenses», aseguró Obama, de acuerdo a AFP, según esta fuente palestina.
El dirigente de la Autoridad Palestina argumentó que decidió recurrir al principal órgano de Naciones Unidas después de que el Cuarteto para Oriente Medio (EEUU, la UE, la ONU y Rusia) fracasara en su último encuentro en Munich en condenar los asentamientos israelíes y reconocer las líneas de 1967 como las fronteras del futuro Estado palestino.
La secretaria de Estado de EEUU, Hillary Clinton, señaló por su lado que «ese no es el camino correcto para solucionar el conflicto palestino-israelí».
El inquilino de la Casa Blanca, a modo de contraprestación, había propuesto a la ANP que el Consejo instara Israel en una declaración -no vinculante- a frenar la colonización en los territorios ocupados en la guerra de 1967 e incluyera en dicho texto un llamado a decretar una nueva moratoria al respecto.
Entretanto, el presidente de la Autoridad Palestina, se mantuvo en sus trece y aguantó el pulso. Finalmente, EEUU hizo valer su veto para que la resolución no fuese aprobada en el Consejo de Seguridad.
Veto estadounidense
En esa línea, el ministro de Asuntos Exteriores de la ANP, Riad Al-Malki, dijo ayer que un eventual veto de la Administración Obama a condenar los asentamientos sionistas demostrará que EEUU apoya las acciones ilegales del Estado hebreo.
La Misión de Observación palestina ante la ONU y Líbano, el representante árabe en el máximo órgano de seguridad que solicitó oficialmente la votación, confían en que esta se lleve a cabo tras la reunión de la noche de ayer, como estaba previsto.
Antes de esa reunión, la ANP se reunió con la OLP y Al-Fatah para analizar la situación y los últimos movimientos del Gobierno de Washington.
Las naciones árabes mostraron su disposición a que la resolución de la ANP -que cuenta con el apoyo de unos 130 países- fuera votada tras la reunión de ayer. La hipótesis de un veto de EEUU planeaba a última hora con fuerza.
«Si EEUU es tan débil que no es capaz de votar a favor o en contra, ¿cómo podrá pedir a Israel que acabe con la ocupación y ayudarnos a establecer un Estado palestino?», declaró ayer el miembro del Comité Central de Al-Fatah Nabil Shaath.
La aldea palestina de Bi'lin, en la Cisjordania ocupada, conmemoró ayer el sexto aniversario desde que inició una protesta semanal contra el muro erigido por Israel, que trajo la confiscación de más de la mitad de sus tierras, informó Efe.
Entre 500 y 700 vecinos palestinos, activistas israelíes y extranjeros se dieron cita como cada viernes junto a la barrera israelí, donde del otro lado esperaban soldados del Ejército sionista que respondieron lanzando botes de humo y granadas de estruendo contra los manifestantes.
Como cada semana desde hace seis años, los participantes en la protesta corearon eslóganes contra el «Muro del apartheid».
En esta ocasión también hubo consignas a favor de la unidad y llamamientos a la llamada comunidad internacional para que haga cumplir el dictamen del Tribunal Internacional de Justicia que en 2004 declaró la barrera ilegal y exhortó a Israel a desmantelar los tramos levantados en Cisjordania e indemnizar a los palestinos afectados. El propio Tribunal de Justicia de Israel dictaminó que el trazado de la barrera en esa localidad debía ser cambiado lo antes posible, una medida que no ha llegado y que sigue motivando a los lugareños a salir a protestar cada semana.
El Gobierno de Tel Aviv comenzó el proyecto en 2002 con el objetivo de impedir la infiltración de atacantes en Israel o las colonias sionistas.
Sin embargo, la obra -también símbolo de la lucha no violenta- siempre ha estado cargada de polémica y provoca airadas críticas internacionales, así como devastadoras consecuencias sobre la población GARA