Revueltas en el mundo árabe
Los egipcios festejan el triunfo y reclaman que las reformas avancen
Alegría y reivindicación se unieron ayer en la plaza Tahrir de El Cairo. Por un lado, miles de personas festejaron que ya hace una semana que Hosni Mubarak dejó de ser presidente egipcio. Por otro, reclamaron al Ejército que libere a los presos políticos y que impulse verdaderas reformas democráticas. El teólogo Yusuf Al-Qaradawi, en el exilio desde 1981, fue el principal orador en Tahrir y exigió también que se acabe con el bloqueo que sufre Gaza.
GARA | EL CAIRO
Una semana después de la marcha de Hosni Mubarak, miles de manifestantes llenaron ayer la plaza Tahrir de El Cairo para festejar la caída de su régimen y mantener la presión sobre el Ejército para que libere a los detenidos y asegure que se llevan a cabo verdaderas reformas democráticas. Miles de personas se reunieron también en Alejandría, segunda ciudad del país.
Los manifestantes agitaban banderas egipcias y comenzaron a reunirse en un ambiente festivo en el epicentro de la revuelta popular que forzó a Mubarak a acabar con tres décadas de poder absoluto.
«Es una fiesta, estamos muy felices. Mubarak se ha ido. Pienso que vamos a volver todas las semanas, todos los viernes», declaró Nasser Mohammed, de 50 años.
La plaza estaba rodeada por carros y un cordón de militares comprobaba las identidades en los puntos de acceso. Miembros de comités populares compuestos por manifestantes también realizaban controles.
Pero el Ejército también participaba en la fiesta, con una orquesta militar en uniforme de gala tocando marchas patrióticas ante una muchedumbre eufórica.
Mubarak abandonó el poder el 11 de febrero tras 18 días de manifestaciones masivas sin precedentes que provocaron al menos 365 muertos, según un balance oficial.
Entregó el poder al Ejército, que suspendió la Constitución y disolvió el Parlamento, comprometiéndose a preparar la vuelta al poder de civiles electos en un plazo de seis meses.
La Coalición de Jóvenes de la Revolución, un grupo de militantes prodemocráticos que participó en las revueltas desde el principio, reclamó que la manifestación de ayer sirviera para «recordar a los mártires de la libertad, de la dignidad y la justicia».
Según Gamal Eid, abogado de la Red Árabe para la Información sobre los Derechos Humanos, «hay cientos de detenidos», algunos de ellos por el Ejército, «pero no se conoce su número exacto».
«Si los arrestados no son liberados, sin hablar de los presos políticos más antiguos, quedará en evidencia que el Ejército no es sincero en sus promesas de reformas políticas», declaró a France Presse Mohammed Waked, uno de los organizadores de la manifestación.
El teólogo Yusuf Al-Qaradawi, que ha vivido en el exilio desde 1981, fue el principal orador del sermón de la plaza Tahrir, desde donde reclamó al Ejército la inmediata liberación de todos los presos políticos encarcelados durante el régimen de Mubarak, además de la destitución del actual Gobierno, nombrado por el propio rais, «ya que es responsable de muchos crímenes».
Al-Qaradawi, presidente de la Unión Internacional de Teólogos Musulmanes, felicitó a los egipcios y les emplazó a no permitir que les roben la Revolución. «Habéis triunfado sobre la seguridad estatal, sobre los francotiradores, la tortura y los ataques de jinetes a camello. Os felicito», dijo, antes de pedir paciencia para que «nuestros hermanos militares tengan margen para trabajar».
Junto a ello, reclamó unidad a musulmanes y coptos e instó a los dirigentes árabes a no mentir y engañar a sus pueblos. «No luchéis contra la Historia, no podéis retrasar el amanecer del día. El mundo árabe ha cambiado», proclamó.
Asimismo, instó al Consejo Supremo que gobierna Egipto a levantar el bloqueo impuesto a Gaza. «Al valiente Ejército egipcio le pido que abra el paso fronterizo de Rafah para que los gazatíes pueden obtener los suministros que necesitan», dijo.
«Rezo a Dios que me ha permitido ver un Egipto libre que me deje ver una Jerusalén libre para que pueda pronunciar un discurso allí», apostilló.
Quien no pudo dirigirse a la multitud fue el directivo de Google Wael Ghonim, uno de los iconos de las revueltas egipcias, ya que varios guardias se los impidieron, según informó France Presse.
Cuando intentaba subir al escenario colocado en la plaza Tahrir, fue interceptado por hombres que aparentemente realizaban labores de seguridad para Al-Qardawi.
Ghonim fue detenido durante las manifestaciones y relató que pasó doce días con los ojos vendados en un calabozo.
Ya por la noche, el Ejército anunció por la televisión pública que no permitirá que se celebren manifestaciones «que dañen la economía del país».
Apertura parcial de Rafah
Los primeros palestinos autorizados por las autoridades egipcias a regresar a Gaza desde el comienzo de las revueltas en Egipto franquearon ayer la terminal fronteriza Rafah, según constató un periodista de France Presse.
Miles de palestinos, principalmente enfermos en busca de cuidados u operaciones de urgencia, así como estudiantes y familia, están bloqueados en Egipto desde el 30 de enero.
«He corrido a la frontera en cuanto escuché que la iban a volver a abrir», relató Ramdan Abu Ghazal, de 42 años, que cruzó la muga tras permanecer cerca de un mes en El-Arish, en el norte de Egipto.
Ahmad Al-Borsh, de 28 años, que ha estado en El Cairo durante dos meses para que su hija de dos años recibiera tratamiento, esperaba la apertura de la frontera en El-Arish desde hace dos días. Se mostraba muy contento por poder regresar a casa.
Egipto decidió ayer «comenzar a abrir de nuevo gradualmente» la terminal de Rafah, en la frontera con Gaza.
«Los palestinos bloqueados en Egipto podrán volver a Gaza, pero los de Gaza no serán autorizados a venir a Egipto», señaló un responsable de los servicios de seguridad egipcios.
En un comunicado, el Ministerio de Sanidad de Gaza pidió a Egipto que abra el paso de Rafah en los dos sentidos para permitir a los enfermos viajar para recibir la atención que precisan.
Por otra parte, Egipto permitió el paso de dos buques de guerra iraníes por el canal de Suez. Es la primera vez que emite una autorización de este tipo desde 1979. Israel calificó de provocación esta medida.
Al menos seis personas murieron ayer en dos manifestaciones en el sur de Yemen en las que miles de personas pedían reformas políticas y la caída del presidente Ali Abdallah Saleh, informaron fuentes médicas.
Estas fuentes indicaron que en la ciudad de Adén, en el barrio de Al-Mansura, tres manifestantes perdieron la vida y siete resultaron heridos por los disparos de la Policía cuando intentó dispersar la concentración. Las protestas se centran en esta zona de la ciudad, ya que cuenta con una gran estación de autobuses y una plaza, que se ubican en la carretera que va Sana'a.
Además, otra persona murió y otras treinta resultaron heridas por el estallido de una bomba casera lanzado por un desconocido desde un coche en marcha contra un grupo de manifestantes antigubernamentales en la plaza Al-Hurria de la ciudad meridional de Taiz. GARA
EEUU, que ha mostrado su inquietud por las manifestaciones antigubernamentales en Oriente Medio, ejerce su influencia en la región gracias a una red de instalaciones militares y acceso privilegiado ofrecido por los regímenes de cada lugar.
La protección de las rutas marítimas del golfo Pérsico, por las que transitan miles de petroleros cada año, y el establecimiento de un cordón sanitario para contrarrestrar las ambiciones del vecino iraní marcan esta estrategia.
Más que enormes bases comparables a las que tiene en Japón o en Alemania, la estrategia de EEUU en la región se apoya en los derechos de vuelo y en una red de pequeñas bases cuyo acceso ha sido negociado con países amigos como Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Omán, Kuwait y Arabia Saudí.
En total, unos 27.000 soldados estadounidenses se encuentran actualmente en la región, reveló un responsable militar estadounidense a France Presse.
Todo ello sin contar Irak, donde el Ejército estadounidense sigue manteniendo cerca de 50.000 militares cerca de ocho años después de la invasión de 2003.
En Bahrein, golpeado por la onda expansiva de las manifestaciones en Túnez y Egipto, EEUU dispone de 4.000 soldados, según el responsable militar estadounidense al que France Presse preguntó.
Este pequeño reino del golfo Pérsico, donde la oposición reclama la dimisión del Gobierno tras dispersar por la fuerza una concentración pacífica, es de importancia estratégica para Washington, ya que alberga el cuartel general de su Quinta Flota, responsable del mar Rojo, del golfo Pérsico y del mar Arábigo.
Aunque sólo cuatro buques desminadores estadounidenses tienen su base en Manama, al menos un portaaviones, sus barcos de escolta y los 80 aviones y helicópteros que embarca se encuentran permanentemente en la zona, especialmente para apoyar las operaciones en Afganistán y vigilar a Irán.
La pérdida de la base de Bahrein no sería un catástrofe para EEUU, ya que tiene más, pero sí que complicaría sus operaciones en esta estratégica zona. Mathieu RABECHAULT (AFP)