Los países emergentes quieren el real y el yuan en el sistema monetario
Los países que conforman el grupo conocido como BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) quieren jugar un papel acorde a su creciente peso en el escenario económico internacional, y abogan por un sistema monetario, ahora monopolizado por el dólar, más equilibrado. En este sentido, reclaman que al menos el yuan chino y el real brasileño formen parte del nuevo sistema. Estos países prepararon conjuntamente la reunión del G20, que se celebra en París.
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El ministro brasileño de Finanzas, Guido Mantega, señaló ayer que los grandes países emergentes del grupo BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) consideran que el sistema monetario internacional, monopolizado por el dólar, debe cambiar a otro que incluir varias divisas, entre ellas el yuan chino y el real brasileño. «Debemos transitar de un sistema fijo y con una sola moneda a un sistema de cambio fluctuante y con un sistema multipolar de monedas», señaló Mantega en declaraciones recogidas por Efe al término de un encuentro en París del grupo compuesto por estos cinco estados.
Ese nuevo dispositivo debe «crear una alternativa al dólar», añadió, y sostuvo que tienen que incluirse monedas de países emergentes, «sin duda el yuan, sin duda el real». La razón, argumentó, es que «todos coincidimos en que Bretton Woods (el sistema monetario constituido al fin de la Segunda Guerra Mundial con el dólar como la moneda de reserva internacional) no responde a las condiciones actuales», en las que Estados Unidos ha sido superado en el comercio internacional por China y Alemania.
El ministro brasileño, que como el resto de los participantes en el encuentro del BRICS asiste a la reunión G20 en la capital francesa, admitió que «es muy difícil establecer un nuevo sistema monetario internacional, y tenemos que trabajar juntos».
Añadió que en esta labor debe participar EEUU, para poder tener en cuenta las reticencias de Washington a la hora de modificar el estatus del dólar como moneda de reserva mundial.
Preguntado sobre la política de las autoridades chinas de mantener bajo control el tipo de cambio del yuan, Mantega respondió que «el cambio está siendo administrado por varios países, no sólo por uno» en Asia.
La reforma del sistema monetario internacional es una de las prioridades de la presidencia francesa del G20 para tratar así de paliar las fuertes fluctuaciones experimentadas en los últimos años por las grandes divisas y contribuir a un mayor equilibrio.
Discurso de apertura
Precisamente, en el discurso de apertura del G20, el presidente francés, Nicolas Sarkozy, advirtió de que este foro «sólo conservará su legitimidad si es capaz de ser eficaz» y pidió que la reunión no se estanque en «discusiones interminables sobre los indicadores» de los desequilibrios financieros globales, principal punto de fricción.
En su alocución ante los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G20, Sarkozy llamó también a impedir que se repitan las prácticas que llevaron a la crisis, «como si aquí no hubiera pasado nada», en particular en lo que se refiere a los sueldos y bonus de los directivos bancarios.
El ministro brasileño de Finanzas se felicitó por la incorporación de Sudáfrica como quinto miembro al grupo BRIC de los grandes países emergentes, pues así, aseguró, «se está reforzando y tendrá más representatividad».
El Banco Central Europeo (BCE) compró ayer deuda soberana portuguesa y contribuyó a que bajara la prima de riesgo frente a los títulos alemanes que sirven de referencia, según dijeron algunos operadores citados por la agencia Efe. La rentabilidad de la deuda portuguesa cayó hasta el 6,956 %, frente al 7,070 % anterior.
El BCE indicó el pasado lunes que no ha comprado deuda pública durante tres semanas consecutivas.
La entidad monetaria comenzó el 10 de mayo de 2010 a comprar deuda de los países que atraviesan dificultades financieras y, hasta ahora, ha adquirido 76.500 millones de euros (104.040 millones de dólares).
El BCE informa semanalmente del volumen de deuda adquirido, pero no da a conocer el país de procedencia de los bonos. El volumen de deuda adquirido ascendió a 16.500 millones de euros la primera semana, pero después fue disminuyendo, sobre todo en verano, y en octubre el BCE tampoco compró deuda algunas semanas. Sin embargo, a finales de noviembre y comienzos de diciembre y de enero, el BCE compró más deuda pública por la reaparición de tensiones en los mercados de deuda soberana europea y la fuerte subida de las primas de riesgo de algunos países como Grecia, Irlanda, Portugal, el Estado español, Bélgica e Italia. Ayer, la deuda lusa volvió a subir hasta la intervención del BCE. GARA
