La Policía Nacional detuvo a quince personas en una operación de desarticulación de una red internacional de proxenetas iniciada a raíz de un aviso de la Interpol-Bielorrusia. De los diez burdeles pertenecientes a la red dos estaban en Irun y uno en Gasteiz. En este último hallaron una caja fuerte con documentación, dinero y efectos personales de una de las jóvenes explotadas. También pudieron determinar que una menor de 17 años había sido obligada a ejercer la prostitución. Además, se ha sabido que la red obligó a prostituirse a una joven de 18 años disminuida psíquica.