ARGENPRESS. Homar Garcés 2007/2/18
Los instrumentos de la dominación imperialista en el escenario mundial
Gracias a su diversificado sistema propagandístico, Estados Unidos ha conseguido imponerle su visión, estilo de vida e intereses particulares al resto del mundo, en un contexto internacional donde sus grandes corporaciones transnacionales contarán siempre con el despliegue inmediato de sus fuerzas armadas en cualquier zona geográfica.
(...) Esta forma de doctrina fue acompañada por la constitución de la USAID bajo el gobierno de Harry S. Truman en 1946, del Banco de Importaciones y Exportaciones (Eximbank), el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Monetario Internacional (FMI), el Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento o Banco Mundial (BM), la Organización para el Fomento de Inversiones en América Latina (ADELA) y sus otros apéndices financieros (...).
Todo ello, conformando una vasta estrategia hegemónica diseñada al cabo de la Segunda Guerra Mundial (...) para contrarrestar, derrotar y, finalmente, eliminar a la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas (URSS), su enemigo ideológico y militar, de modo que la hegemonía estadounidense se impusiera sin rivales a nivel mundial, aplicándose luego en cada una de las zonas geográficas del planeta donde la autodeterminación de los pueblos personificaba una amenaza para la hegemonía imperialista, siendo el comunismo internacional la excusa perfecta para legitimar la intervención abierta o encubierta de Washington (...).
Tal estrategia fue perfeccionándose con el tiempo a través de equipos multidisciplinarios, teniendo en la industria cinematográfica de Hollywood, sin duda alguna, uno de sus mejores medios de propaganda,
(...) Todo esto tiene que ser desmontado y deslegitimado por los movimientos revolucionarios mediante acciones concretas que les muestren a nuestros pueblos todo el entramado de desinformación y de alienación aplicado por el consorcio gobernante de Estados Unidos, de manera que exista una posibilidad real de emancipación, arraigada en el carácter nacional de cada uno, derrotando la imposición de un pensamiento único como parte de los mecanismos de dominación imperialista en el mundo.