EEUU vetó el viernes en el Consejo de Seguridad de la ONU el proyecto de resolución de condena de la colonización israelí presentada a instancias de la Autoridad Palestina (ANP), pero los palestinos expresaron ayer su determinación a llevar la cuestión a la Asamblea General de la ONU.

«Nuestra decisión es ir a la Asamblea General de la ONU para que adopte una resolución de condena de la colonización y afirme su ilegalidad, antes de regresar al Consejo de Seguridad para presentar un proyecto de condena de la colonización», declaró a AFP Yasser Abed Rabbo, secretario general del comité ejecutivo de la OLP y uno de los negociadores palestinos.

«El veto estadounidense no nos impedirá dirigirnos a las instituciones internacionales y no mermará nuestra voluntad de libertad y de independencia», señaló Rabbo.

Además, agregó que después de esa decisión «desafortunada y desequilibrada» van a «reexaminar nuestra evaluación de todo el proceso de negociaciones» entre la ANP e Israel.

El presidente de la ANP, Mahmud Abbas, afirmó que no desea boicotear a la Administración Obama por lo ocurrido, que calificó de victoria de la diplomacia palestina por haber logrado el apoyo de catorce de los quince miembros del Consejo. Abbas dijo que los palestinos preparaban esa resolución desde que Israel reanudó la construcción de colonias en Cisjordania en setiembre

Hamas denunció, por su parte, «una decisión arbitraria y escandalosa contra el pueblo palestino». Uno de sus portavoces en Gaza, Fawzi Barhoum, acusó Washington de haberse mostrado una vez más «totalmente parcial hacia el ocupante».

En declaraciones a AFP, indicó que «esto confirma el fracaso de quienes apostaron por un acuerdo de paz» y llamó a «adoptar una estrategia de unidad nacional y poner fin a toda forma de negociación con el ocupante».

El ocupante, por boca de su primer ministro, Benjamin Netanyahu, agradeció a EEUU su veto y lo interpretó a su manera al asegurar que esa decisión «demuestra que la única vía hacia la paz es a través de las negociaciones y no de resoluciones de organismos internacionales», que Israel nunca cumple.

En los territorios ocupados de Cisjordania hay asentados unos 300.000 colonos y 200.000 más en Jerusalén Este.

Human Rights Watch señaló que el veto mina la aplicación del derecho internacional y la UE, que lamentó la falta de consenso, retiró que, para el bloque, las colonias son «ilegales» y un «obstáculo para la paz».