Lejos de volver a estar brillante, Juan Martínez de Irujo se puso serio ayer en Iruñea y, de la mano de un gran Merino, que volvió a ser el mejor del cuarteto, consiguieron una victoria con la que comprimen aún más la clasificación. Y es que, suceda lo que suceda esta tarde en el Adarraga entre Titín III-Pascual y Berasaluze VI-Apraiz, habrá cuatro parejas igualadas a cuatro victorias, persiguiendo más de cerca a los líderes.

El de ayer fue un partido atípico y con los papeles cambiados, ya que en un partido con dos campeones manomanistas como Martínez de Irujo y Oinatz Bengoetxea en los cuadros delanteros, el peso y el protagonismo recayó en dos zagueros noveles como Merino II e Ibai Zabala, que jugó su primer partido como sustituto de Patxi Ruiz, con mal de manos. El de Villar de Torre, con su fantástica zurda, mandó y volvió a demostrar que, en cuanto su delantero recupere la chispa, son una dupla muy a tener en cuenta, mientras que el de Berriz gustó mucho en su reestreno, sin apenas perder ninguna pelota y gozando de derecha.

Los delanteros, erráticos

En los cuadros alegres, ni Irujo ni Bengoetxea tuvieron su día más brillante, con pocos aciertos en el remate y excesivos errores para su categoría, especialmente en la parte inicial del partido. Sabedor de que aún debe calibrar mucho mejor sus remates, el de Ibero al menos estuvo listo y serio, dejando mucha más pelota de lo habitual para que su zaguero castigara a Ibai Zabala, permitiéndose también algún que otro remate brutal, como el doble gancho del 8-5.

Oinatz Bengoetxea, por contra, falló en exceso en sus remates y le costó mucho entrar en juego. No obstante, tras un arranque flojo, los escasos minutos en los que estuvo acertado en el remate permitió a los de Asegarce recortar la desventaja que arrastraron de inicio y adelantarse 13-14.

No obstante, Irujo y Merino se mantuvieron firmes en su idea de trabajar a Ibai Zabala hasta que éste terminara cediendo y su táctica les sirvió. En gran parte, porque Oinatz Bengoetxea se excedió en su afán de ayudar a su zaguero y cediendo, al entrar de sotamano, tres saques consecutivos con los que los colorados se fueron al cartón 22, multiplicando sus opciones de estar en semifinales.