El Baskonia pasó ayer demasiados apuros para superar el trámite que hoy por hoy es para casi cualquier equipo superar la visita de un Granada que cada vez tiene más pinta de LEB. Muy grave ha de ser el error para que un coche no consiga el sello para poder seguir circulando, y el Baskonia se limitó ayer a hacer lo justo para lograr el permiso para poder continuar. Un parcial de 15-1 en el tercer cuarto fue el único momento en el que los gasteiztarras pusieron en evidencia su superioridad, dejando ese necesario paso adelante a dar para más adelante.

Gastadas casi todas las oportunidades de sumar nuevas piezas al engranaje, al Baskonia actual sólo le queda mejorar colectivamente y ayer se volvió a desperdiciar una magnífica oportunidad para ello. En el plano individual, sí que parece que jugadores como Logan y Bjelica parecen tener más importancia en la cancha, pero la evolución no es suficiente para enfrentarse a equipos de alta enjundia.

El Baskonia arrancó el partido desnortado y sin ideas, facilitando el trabajo a un serio Granada que llevó la iniciativa en el primer cuarto, 18-19, ante la endeble defensa local. La actitud baskonista continuó durante un segundo acto, pero por suerte, enfrente estaba el colista que no supo sacar partido del monumental colapso gasteiztarra. Dos triples de Bjelica permitieron a los locales llegar al descanso con un escuálida renta, 35-34, después de un soporífero primer tiempo.

La resistencia granadina concluyó en el descanso ante un Caja Laboral Baskonia que, a medio gas y sin desplegar su mejor juego, endosó un 15-1 y alcanzó la máxima renta en el minuto veintisiete, 50-35. Ahí terminaron las pocas opciones que tenían los de Curro Segura.