TITIN III-PASCUAL 22
BERASALUZE-APRAIZ 11

El campeonato de Parejas ha entrado ya en un punto de no retorno en el que cada error cuesta una parte importante de la eliminación y, en un partido con tintes de eliminatoria, la pareja con más espíritu de supervivencia, Titín III-Pascual, se llevó un triunfo que les permite seguir con opciones de entrar en semifinales. Por contra, Pablo Berasaluze y Apraiz se han diluido en el momento menos oportuno y, entre que nunca se sintieron cómodos con el material, que cometieron excesivos errores y que no estuvieron acertados en la finalización, se llevaron un marcador que los deja prácticamente fuera del campeonato, cuando hace tres semanas eran terceros en la clasificación.

Se esperaba bastante más igualdad ayer en el Adarraga en un típico partido de esos en el que triunfó el oficio y el saber estar, dos artes en las que Titín III es un auténtico superdotado. Son muchas las ocasiones en las que muchos han visto cercano el fin del de Tricio, pero a sus 42 años, el caracolero sigue manteniendo intacta esa capacidad de agarrarse al mínimo asidero.

Pero tampoco se puede pasar por alto que, para que la pareja de Aspe siga teniendo opciones, también ha sido vital que Iñigo Pascual haya dado un paso al frente. El de Abartzuza comenzó el campeonato bastante triste y apático, pero su evolución es notoria y, en un compromiso del peso del de ayer, no sólo cometió un único error, sino que incluso se anotó dos tantos, con un pelotazo al rebote.

Inicio demoledor

La balanza se desniveló desde el comienzo, con un arranque demoledor para sus intereses de la pareja vizcaina. El parcial de 9-1 inicial supuso una losa importantísima en el devenir del partido, sobre todo porque de esos nueve primeros tantos de los de Aspe, nueve llegaron por errores de los de Asegarce.

Fueron dos fallos consecutivos de Titín el factor que permitió a los vizcainos acercarse en el marcador, pero la reacción no fue a más, ya que en todo momento se evidenciaba que los de Asegarce no se encontraban cómodos en la cancha, sin poder tomarle la medida al material. Berasaluze no encontraba los ángulos en sus remates, era incapaz de obligarse en defensa y Apraiz no conseguía evitar que Titín tuviera pelota franca.

En esta tesitura, Berasaluze y Apraiz sólo fueron capaces de encadenar dos tantos seguidos en otras dos ocasiones y, mientras sus rivales seguían enfadados con el mundo, Titín continuó sumando tantos para deleite de las gradas de un Adarraga que el próximo domingo volverán a tener partido en casa.