Que no cunda el pánico
Amaia U. LASAGABASTER
Dos derrotas consecutivas han frenado en seco la racha que había convertido al Athletic en uno de los más serios candidatos a hacerse con un billete europeo a final de temporada. Derrotas de lectura diferente, dada la distinta entidad de los rivales, pero derrotas a fin de cuentas con una consecuencia ineludible y otra a evitar. La primera es que el colchón respecto a los perseguidores se ha reducido, aunque el Athletic tenga asegurada la, como mínimo, sexta plaza, una jornada más. La segunda pasa por la actitud con la que afrontarán los rojiblancos los próximos partidos, ahora que la euforia de semanas precedentes ha desaparecido. Que no cunda el pánico es lo lógico, sobre todo porque uno de los tropiezos era previsible. Pero también lo obligatorio para un equipo que, si tan capaz de acabar en posiciones europeas se veía hace algunas semanas -osando incluso a hablar de Champions-, lo tiene que demostrar ahora que la situación no es tan boyante y que los rivales (Valencia, Sevilla, Villarreal...) siguen siendo de órdago.