Toque de queda en el centro de Christchurch para intentar evitar el pillaje
Los muertos en el terremoto de Christchurch podrían superar el centenar, aunque oficialmente sólo se han contabilizado 71. Las autoridades neozelandesas decretaron el toque de queda en la principal ciudad de la Isla del Sur para evitar el pillaje y garantizar la seguridad.
GARA
Las autoridades neozelandesas decretaron ayer el toque de queda en la ciudad de Christchurch para prevenir los saqueos tras el fuerte seísmo que derribó decenas de edificios bajo cuyos escombros se estima que hay unas 300 personas.
Mientras prosigue la búsqueda de desaparecidos, las víctimas mortales ascienden oficialmente ya a 71, según el último balance revisado a la baja, aunque las autoridades estiman que pueden superar el centenar.
Los equipos de socorro trabajaban ayer a contrarreloj para localizar personas atrapadas entre los cascotes de los edificios derruidos y en más de una ocasión los equipos médicos se vieron obligados a realizar amputaciones para liberar a los aprisonados.
El jefe policial para la coordinación de los rescates, Rusell Gibson, explicó que se recibían mensajes de texto a través de los teléfonos móviles que pedían auxilio bajo los escombros.
El primer ministro neozelandés, John Key, expresó al canal público de televisión nacional que «vivimos una situación muy trágica y pasamos por momentos de una gran agonía».
Las imágenes de la televisión local mostraron cómo un equipo de socorristas rescataba a una mujer herida de las ruinas del edificio de oficinas PGG, después de que hubiera alertado de su situación mediante un mensaje enviado desde su teléfono móvil.
El toque de queda anunciado por la Policía entró en vigor al anochecer en la zona central de Christchurch, la más afectada por la sacudida del seísmo de 6,3 grados en la escala de Richter que se registró el martes hacia el mediodía [00.00, en Euskal Herria], en Nueva Zelanda.
El director de la Policía, Dave Cliff, dijo a la prensa que con el toque de queda se perseguía, además de proteger las propiedades, crear un perímetro de seguridad ciudadana dado que había riesgo de que algunos de los edificios dañados se derrumbaran en el caso de que se registrase una réplica, como el hotel Grand Chancellor, de 26 plantas.
«En el centro de la ciudad hemos detenido a seis personas por robo, de esta forma también intentaremos mantener alejados a los delincuentes», dijo.
El 80% de las viviendas de Christchurch se encontraban ayer sin suministro de agua potable, según informó el diario «New Zealand Herald». Las autoridades instaron a ahorrar agua y a hervir la poca que llegaba.