El primer edil gasteiztarra, Patxi Lazcoz, se ha defendido esta semana del rechazo expresado por los vecinos el domingo en las urnas contra la destrucción del parque de Arriaga. Lazcoz asegura que él cuenta con el respaldo de la mayoría política y social. Sin embargo, los únicos que se han sometido a ese veredicto han sido los promotores de la plataforma en defensa de dicho parque. Ayer, además de hacer entrega al Consistorio de los resultados de la consulta, invitaron al alcalde a abrir «cauces de participación, si tan seguro está de esa gran mayoría» y a que «demuestre que cree en la democracia y abandone la imposición».

Miembros de este movimiento ciudadano ofrecieron frente al Ayuntamiento gasteiztarra su valoración de los resultados de la votación popular celebrada el pasado fin de semana, en la que la ciudadanía se decantó de manera abrumadora en contra de las obras de la estación intermodal y del TAV en esta zona verde de la ciudad.

«¿Quieres que se respete en su totalidad el parque de Arriaga?» fue la pregunta planteada, a la que el 97,7% de las 2.679 personas que participaron en la consulta respondieron `sí'.

«El alcalde tuvo oportunidad de realizar una consulta vinculante para todo Gasteiz, si tan seguro está del apoyo a esta actuación ¿por qué la rechazó? ¿por qué tiene miedo a que las urnas dejen de estar encerradas durante periodos de 4 años?», le reprocharon ayer, junto a una invitación a reflexionar: «Alcalde, usted es un autoritario que no deja expresarse a sus convecinos y pretende hacernos creer que les tapa la boca por el bien de los mismos; es vergonzoso e insultante».

Trabas policiales

Además de agradecer la participación ciudadana y el apoyo de quienes han ayudado a celebrar la consulta y la fiesta, la plataforma SOS Arriaga exigió la paralización y la apertura de un debate integral sobre las dos fases de construcción previstas, que afectarán al 32% del parque. «La comisión seguirá trabajando para que la consulta popular sea respetada», recordaron.

Los convocantes de la iniciativa reprocharon al Ayuntamiento y al primer mandatario municipal las innumerables trabas puestas para impedir la consulta popular y las protestas. «Denunciamos la utilización arbitraria de la policía municipal para amedrentar a los vecinos en su empeño de informar a los gasteiztarras, mediante identificaciones y multas por poner carteles informativos, convirtiendo a este cuerpo policial en una policía no al servicio de los ciudadanos sino al servicio de intereses políticos del equipo de gobierno», denunciaron. Las trabas que no impidieron, sin embargo, celebrar «una verdadera fiesta de la democracia».