INTER MILÁN 0 

BAYERN MÚNICH 1

Aunque ambos equipos estén todavía lejos del nivel que la pasada temporada les llevó a la final del Bernabéu, a medida que Robben y Ribery van entrando en juego, el equipo de Van Gaal va recuperando sensaciones y ayer pudo cumplir su vendetta particular, al imponerse por 0-1 en San Siro al Inter. Tras un partido de muchas oportunidades y varias alternativas, el oportunismo de Mario Gómez dictó sentencia con el tiempo cumplido, quizá cuando peor lo estaba pasando un Bayern que había merecido algo más hasta ese instante.

La primera parte tuvo muchas más oportunidades que combinación. Como buen equipo italiano, al Inter no le dolieron prendas en dejar a iniciativa al Bayern, esperando su oportunidad a la contra. El central Ranocchia tuvo la primera en una falta botada por Sneijder, pero remató desviado. Sin embargo, las más claras fueron una buena internada de Eto´o en el 22, que cedió a Cambiasso y que obligó al joven Kraft a lucirse. El portero alemán volvió a lucir sus reflejos poco después, en un remate prácticamente a bocajarro del delantero camerunés.

Pero el equipo de Van Gaal también tuvo sus buenas opciones. Luiz Gustavo, con dos disparos lejanos, abrió la veda y Ribery se topó con el larguero tras un buen centro de Robben por banda derecha.

La reanudación acrecentó lo visto en la primera mitad, con un Bayern cada vez más asentado y las oportunidades sucediéndose en ambas áreas. Müller no llegó por poco a una jugada de Robben, y poco después fue el holandés el que se encontró con el palo de Julio César tras una buena internada.

El Inter reaccionó al final

Sin embargo, el Inter fue imponiendo un ritmo más lento y pausado y se sintió mucho más cómodo en cuanto se multiplicaron los parones, lesiones e interrupciones. En la parte final del partido, el Inter fue arrinconando al Bayern en su área, pero ni Cambiasso, ni Motta ni Eto´o acertaron y, justo cuando peor lo pasaba el equipo alemán y se daba por satisfecho con el resultado, Gómez logró el gol.