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El cine de temática lésbica se cuela en los Óscar

«Los chicos están bien»

Llega la última de las favoritas para los Óscar que faltaba por estrenarse con cuatro llamativas nominaciones, pues se trata de una cinta independiente de temática abiertamente lésbica. Cuenta con el impulso que le han dado los dos Globos de Oro a la Mejor Comedia y a la Mejor Actriz de Comedia, premio éste que ha ido a parar a la incomparable Annette Bening.

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Mikel INSAUSTI | DONOSTIA

El inicio del comentario de «Los chicos están bien» enlaza obligadamente con lo dicho a propósito del reciente estreno de «Winter's Bone». Kathryn Bigelow abrió el camino el pasado año al convertirse en la primera realizadora ganadora de un Óscar y, en el camino de esa nueva generación de mujeres que le entra al cine de acción o al retrato social más duro, ha aparecido este 2011 Debra Granik.

A ella viene a sumarse Lisa Cholodenko en otro registro temático y estilístico completamente distinto, demostrando que las mujeres cineastas dominan todos los géneros y cubren un amplia oferta cultural y de entretenimiento en estos momentos. Cholodenko proviene del cine más independiente y, sin salirse de él, ha conseguido algo tan difícil como hacer accesible al gran público una comedia dramática sobre relaciones lésbicas y maternidad.

Es un gran paso el que ha dado, considerando que «Los chicos están bien» ha costado menos de cuatro millones de dólares, una cifra ridícula para las que se manejan en Hollywood, donde una producción media anda entre los cincuenta y cien millones. El milagro ha sido posible gracias a la participación comprometida y desinteresada de estrellas como Annette Bening y Julianne Moore. La realizadora ya sabía de antemano que necesitaba contar con el respaldo de dos actrices de Hollywood para traspasar los circuitos minoritarios, y daba por segura a la Moore, que siempre se vuelca en proyectos hechos fuera de la industria. Su gran sorpresa ha sido ver la respuesta entusiasta de la Bening, a quien todo el mundo tiene por una dama de la interpretación bastante inaccesible.

La recompensa no se ha hecho esperar ya que, sólo en la taquilla de EEUU, la película ha cuatriplicado la cifra invertida, a lo que han contribuido los dos Globos de Oro que ha recibido, a la Mejor Comedia y a la Mejor Actriz de Comedia para Annette Bening. Un éxito que se traduce en cuatro meritorias nominaciones a los Óscar, como Mejor Película, Mejor Guión Original (Lisa Cholodenko y Stuart Blumberg), Mejor Actriz (Annette Bening) y Mejor Actor Secundario (Mark Ruffalo).

Para hacer llegar a una sociedad tan puritana como la estadounidense su mensaje, Lisa Cholodenko ha tenido que dar un tratamiento amable a una realidad cada vez mejor aceptada en la calle. «Los chicos están bien» contribuye de lleno a esa normalización, incorporando a la comedia dramática aspectos no convencionales, o menos vistos. El secreto está en hablar con naturalidad de una pareja homosexual formada por dos mujeres que recurren a la inseminación artificial para ser madres, siempre dentro de un contexto puramente cotidiano.

Pese a las buenas intenciones, «Los chicos están bien» tiene problemas para estrenarse en aquellos países donde la homosexualidad sigue estando perseguida. En Singapur, una metrópoli que se declara moderna, su estreno ha sido restringido y prohibido a menores de 21 años. Allí, por increíble que parezca, la homosexualidad está penada hasta con dos años de cárcel. La conclusión es decepcionante si se piensa que pueda ser la punta de lanza del populoso mercado chino.

Madre y madre

Lisa Cholodenko es una mujer de mediana edad curtida en las batallas por los derechos de las mujeres lesbianas, y que parte de la propia experiencia al escribir y dirigir éste su cuarto largometraje, pues también ha recurrido a la inseminación artificial para ser madre. Lo que pretende es hacer una semblanza de la idoneidad del modelo familiar con dos mujeres ejerciendo la responsabilidad sobre los hijos, para responder a las inconsistentes acusaciones que preconizan el supuesto desastre provocado por la ausencia del referente paterno.

Los conservadores que defienden la familia tradicional como salvaguarda de la educación no deben ir mucho al cine, porque las películas recientes no dejan de mostrar familias desestructuradas que evidencian la decadencia de dicho modelo, en cuyo seno se dan precisamente los abusos y malos tratos.

Julianne Moore y Annette Bening personifican a dos madres muy distintas entre sí, siendo la una más hippy y la otra más estricta. Las diferencias también se deben a que una ha parido al chico y la otra, a la chica. Cuando los hijos expresan su deseo de conocer al donante o padre biológico, las respectivas madres no reaccionan igual. El personaje de la Moore conecta mejor con el recién llegado Mark Ruffalo, mientras que el de la Bening lo ve como un invasor y provoca sus celos.

Una comedia seria

Hay quien considera que «Los chicos están bien» no es una comedia propiamente dicha, porque no pretende hacer reír a carcajadas. Pero en los Globos de Oro fue premiada como comedia, así que entra en el salomónico apartado de comedia dramática. Lisa Cholodenko lo ve de otra manera, pues ella piensa que se pueden tratar con humor temas serios. Su película nunca pierde la seriedad, por más que no falten los pasajes risueños.

La fórmula Cholodenko consiste en crear un ambiente familiar en el rodaje, haciendo que todo el mundo se sienta a gusto. Esa cordialidad se transmite a las relaciones entre los intérpretes y sus personajes, por lo que pueden interactuar en medio de situaciones dramáticas sin perder la afabilidad en el trato. Así, escenas delicadas como la del visionado de vídeos porno, tanto por parte de las madres como de los hijos, se resuelven con la mezcla de rubor y comprensión que se puede dar en la vida real. El público no podrá asegurar si resulta más embarazoso para los jóvenes o para las personas maduras.

Estreno

Dirección: Lisa Cholodenko.

Guión: Lisa Cholodenko y Stuart Blumberg.

Intérpretes: Annette Bening, Julianne Moore, Mark Ruffalo, Mia Wasikowska.

Música: Carter Burwell.

País: EE.UU., 2010.

Duración: 104 minutos.

REACCIONES

Julianne Moore y Annette Bening personifican a dos madres muy distintas entre sí, siendo la una más hippy y la otra más estricta. Una ha parido al chico y la otra, a la chica. Cuando los hijos expresan su deseo de conocer al donante o padre biológico, las respectivas madres no reaccionan igual.

RESTRINGIDO

Pese a las buenas intenciones, «Los chicos están bien» tiene problemas para estrenarse en aquellos países donde la homosexualidad sigue estando perseguida. En Singapur, una metrópoli que se declara moderna, su estreno ha sido restringido y prohibido a menores de 21 años.

El imparable talento de la mejor realizadora «Les»

Dadas las dificultades para sacar adelante películas independientes sobre opciones sexuales no mayoritarias, la brillante realizadora Lisa Cholodenko ha encontrado refugio profesional en la televisión, donde trabaja en series diferentes como «A dos metros bajo tierra». En el cine ya despuntó en 1997 con el multipremiado cortometraje «Dinner Party». Al año siguiente debutaba en el largo con «High Art», obra fundamental en la apertura para temas controvertidos como la relación entre homosexualidad y adicciones, contemplados desde la óptica de las mujeres creativas, en concreto las fotógrafas.

En el 2002, nos llegó «La calle de las tentaciones», que ofrecía una ajustada visión de la vida bohemia en la zona de Hollywood llamada Laurel Canyon, y esta vez centrando el mundo del artisteo en el sector musical. Dos años después realizó su tercer largometraje, «Cavedweller», que permanece inédito, a pesar de abordar el acuciante problema de los malos tratos, a través de una mujer que, para recuperar a sus hijos, debe volver junto al hombre que le hizo sufrir en el pasado. «Los chicos están bien» es su película más accesible, sin por ello renunciar a sus ideas. M.I.

La admirable independencia del actor Mark Ruffalo

La primera nominación de Mark Ruffalo al Óscar de Mejor Actor Secundario es un justo premio a una ejemplar trayectoria independiente, puesto que no se pueden hacer menos concesiones al cine comercial que las que este intérprete de ascendencia italiana ha hecho. Debutó en el cine hace quince años en la cinta terrorífica de Brian Yuzna «El dentista». Después tuvo una destacada intervención en «Cabalga con el diablo», de Ang Lee, aunque alcanzó mayor protagonismo en «Puedes contar conmigo», que le emparejó con Laura Linney a las órdenes de su descubridor teatral Kenneth Lonergan. Siguió tomando parte en los grandes repartos de «Windtalkers», «Collateral» o «Zodiac». Sin embargo, prefería apostar por títulos personales como «Mi vida sin mí», de Isabel Coixet, o «¡Olvídate de mí!», de Michael Gondry. En los últimos tiempos, ha intervenido en «Donde viven los monstruos», de Spike Jonze, y en «Shutter Island», de Martin Scorsese. También ha ejercido de guionista y director en la todavía inédita «Sympathy for Delicious», recibida como un extraño e inclasificable cuento urbano. M.I.

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