Allanamiento de morada con violencia
«Secuestrados»
M.I. | DONOSTIA
Sin las pretensiones ocultas de Haneke en «Funny Games», Miguel Ángel Vivas se muestra como un joven realizador más pegado a la actualidad y los miedos que genera la inseguridad en las zonas residen-ciales. En su segundo largometraje, Miguel Ángel Vivas («Reflejos») tira de las crecientes estadísticas sobre asaltos a casas con sus propietarios dentro, en su mayoría perpretrados por bandas organizadas procedentes de países del Este de Europa, para plasmar la impotencia y angustia vivida por las víctimas, que ven la seguridad de su hogar repentinamente violentada.
Para dotar de mayor realismo al caso contenido en «Secuestrados», la realización se compone de diez planos secuencia sin cortes, con lo que se consigue una unidad escénica y la sensación de narración a tiempo real. Asimismo, se recurre a la pantalla partida para simultanear las acciones paralelas de verdugos y víctimas.
La familia está compuesta por Ana Wagener y Fernando Cayo en los roles paternos y Manuela Vellés, que fuera descubierta por Julio Medem, como la hija.