La crisis económica condicionará hoy la elección del nuevo Gobierno irlandés
Irlanda elige hoy un nuevo Ejecutivo con la novedad de que estas elecciones marcan el final de un Gobierno ininterrumpido de Fianna Fail desde 1997, que ha regido los destinos del país durante 71 de los 79 años de historia de este Estado y al que los irlandeses consideran responsable de la crisis económica en el país.
Soledad GALIANA
Aunque hay algunas novedades, las sorpresas están descartadas. Durante los últimos meses, la tendencia del voto ha pronosticado el ascenso del partido líder de la oposición, Fine Gael, que ya no hay duda que dirigirá el próximo Gobierno, quizás hasta con suficiente mayoría parlamentaria como para evitar coaliciones con otras formaciones o independientes.
En un país en el que el Gobierno se lo han repartido los liberales demócratas y los demócratacristianos, el golpe más duro, dejando de lado la eclosión de Fianna Fail, será para los laboristas, que con su estrategia electoral han conseguido caer en picado en las encuestas electorales.
Recientemente, en una entrevista en una cadena de televisión irlandesa, el líder laborista, Eamon Gilmore, reconoció haber cometido errores durante la campaña. En sus ansias por asegurar un número de escaños que le proporcionaría cotas más altas de poder, los laboristas han atacado a la izquierda y a la derecha, a pesar de que esta última podría ser su socia de Gobierno. La abierta hostilidad que los laboristas muestran hacia todo lo que suene a socialismo se ha extendi- do evidenciado también en sus críticas al programa electoral de Fine Gael, lo que se ha traducido en una sima difícil de salvar en cuestiones económicas pero sobre la que rápidamente tenderán un puente en caso de necesidad para formar Gobierno.
Y es precisamente la economía la clave de estas elecciones. Los ciudadanos sufren en su día a día el impacto de la crisis y las diferencias entre laboristas y Fine Gael en esta materia -exacerbadas para obtener la máxima ventaja- son motivo de preocupación, porque ese hipotético puente que permita salvar la sima podría ser demasiado frágil para soportar la galerna de la crisis. Fine Gael ya ha adoptado una presencia presidencial con un encuentro entre el líder del partido, Enda Kenny, y la canciller alemana, Angela Merkel, a la que muchos irlandeses se refieren como la dueña del país desde la aprobación de paquete de rescate financiero europeo para Irlanda.
El líder laborista planeaba sacar partido a la baja popularidad de Kenny para, incluso, llegar a asegurarse la Jefatura del Estado irlandés. Fine Gael se sabía ganador y también intuía que las intervenciones de su líder podrían significar la pérdida de votos hacia el laborismo. Por eso, Kenny se negó a participar en el primer debate electoral entre los líderes de Fianna Fail, Labour y Fine Gael, advirtiendo de que solamente tomaría parte en debates que incluyeran también a Gerry Adams, de Sinn Féin, y a John Gormley, de los Verdes. Sin embargo, la buena aceptación de su intervención en ese debate a cinco le dio la confianza necesaria para encarar a Gilmore y al recientemente elegido Micheál Martin, de Fianna Fail, en el último debate televisivo de la campaña.
Mayor presencia de la izquierda
Y aunque esta campaña se ha centrado en las desgracias de Fianna Fail, la desilusión del laborismo y la victoria de Fine Gael, no hay que dejar de lado la creciente presencia de la izquierda, representada por Sinn féin y la Alianza de Izquierdas, en las preferencias del electorado. Las encuestas anuncian que el partido republicano duplicará su voto hasta llegar a un margen que se sitúa entre el 11% y el 14% de los votos, lo que le proporcionaría una importante representación en el Parlamento del sur de Irlanda y le convertiría en una fuerza política no sólo en el norte de Irlanda (bajo jurisdicción británica) sino también en el sur.
Este incremento en la tendencia de voto para Sinn Féin no se debe tanto a la presencia del líder republicano Gerry Adams en la candidatura del partido en el condado de Louth, como a la nuevas voces que han dibujado una nueva imagen del partido, como es el caso del diputado Pearse Doherty, elegido por el condado de Donegal en diciembre pasado para ocupar el escaño abandonado por el europarlamentario Pat Gallagher y que en sólo una semanas consiguió una presencia mediática envidiable.
Asimismo, las casas de apuestas, que también organizan sus propias encuestas de opinión, auguran que Sinn Féin y los laboristas serán los mayores beneficiados de la fuga de votos desde Fianna Fail, consiguiendo hasta seis diputados en la capital de la república irlandesa.
Las cartas están echadas, y los votos ya caen en las urnas, ya que los colegios electorales se abrieron a las siete de la mañana de hoy y cerrarán a las diez de la noche. Los primeros datos se conocerán a lo largo del sábado, cuando tendrá lugar el recuento manual de los votos y transferencias, pero los resultados finales no se conocerán posiblemente hasta la próxima semana.
Las encuestas pronostican que Sinn Féin duplicará sus votos, que se situarían en una horquilla entre el 11% y el 14%.