CRíTICA cine
«Los chicos están bien» Madres hay dos
Mikel INSAUSTI I
La familia es la familia. Estoy totalmente de acuerdo con Lisa Cholodenko en su incontestable alegato contra la derecha que pretende demostrar que dos personas del mismo sexo con hijos no pueden formar una unidad familiar. “Los chicos están bien” defiende con absoluta naturalidad que da igual que los grupos familiares los formen heterosexuales u homosexuales, que los padres o madres sean artistas ambulantes de circo o establecidos funcionarios del estado, porque el que eduquen mejor o peor a sus retoños no depende ni de su opción sexual, ni del tipo de recursos con los que mantengan su hogar. El título que ha escogido es todo un acierto, y es que resuena como una llamada a la tranquilidad, a la normalización social con respecto a la proliferación de familias no tradicionales. Las dos protagonistas se esfuerzan en hacerlo bien, en ser buenas madres, sin más. Nadie debería preocuparse por sus hijos, puesto que están en las mejores manos.
La misma seguridad deben sentir las espectadoras y espectadores que acudan a ver la película, ya que no van a salir defraudados del cine, gracias al magistral dominio del melodrama que exhibe Lisa Cholodenko, realizadora que posee además un gusto exquisito para fotografiar las escenas domésticas, incluidas las más divertidas, que son las de sexo.
El casting es igual de perfecto, con una pareja estelar femenina cuya íntima conexión es tan de verdad que supera cualquier realidad imaginable. Cierto es que Annette Bening es la que más brilla en su convincente caracterización de madre estricta, pero Julianne Moore sabe oscurecer su personificación, en teoría más abierta y empática con ironías puntuales, como cuando se queja de que las lesbianas que aparecen en la gran pantalla siempre son interpretadas por actrices «heteros», mientras que abundan los actores gays en papeles de tales. A Mark Ruffalo le toca ser el elemento sobrante de la función, toda vez que no se puede confundir a un simple donante de esperma con un padre de pleno derecho.