Fede de los Ríos
Hablar por no callar
Qué cosa es que algunos tengamos una identidad desleída y hecha unos zorros, mientras que otros gozan de varias identidades al unísono. Al mismo tiempo, no como ocurría con el Dr. Jekyll y Mr. Hyde, que no podían coincidir ni en el tiempo ni en el espacioHay frases que o bien mueven a estentórea risa o, por el contrario, a un estado de desesperación y abatimiento, al ser emitidas por individuos pertenecientes a la misma especie. Son momentos trágicos, como la asistencia a una reunión de vecinos, perdón, de propietarios. Instantes que hacen dudar del género humano y de su pertenencia a una posible Internacional, que llevan a empatizar a uno con un tal Pol-Pot. Momentos de debilidad, de encuentro con el lado oscuro, en los que la fuerza te abandona. Con relación a la derecha navarrensis, es un llover sobre mojado. Nunca tuvieron necesidad de argumentar; al fin y al cabo ganaron la guerra. Juan Cruz Alli tuvo la ocurrencia de intentar articular un discurso un poco coherente. Primero sospechas, posteriormente alarma y al final expulsión. Resultaba excesivamente complicado para cerebros del tipo «derecha navarra», ya sea la rancia de siempre ya sea la nueva que, paradójicamente, habla de socialismo en sus siglas. Nadie pillará al de Pitillas en excesos argumentativos que a nada provechoso conducen.
Quienes resultan hinchantes son los que dicen situarse a la izquierda de los anteriores, los que se denominan Izquierda-Ezkerra, a modo de yenca bilingüe. Todo ello fruto de la pluralidad identitaria. Qué cosa es que algunos tengamos una identidad desleída y hecha unos zorros, mientras que otros gozan de varias identidades al unísono. Al mismo tiempo, no como ocurría con el Dr. Jekyll y Mr. Hyde, que no podían coincidir ni en el tiempo ni en el espacio. En esta Izquierda-Ezkerra los hay que son navarros-navarros, es decir, navarros a secas; otros navarros-vasquistas, o sea, navarros en la mismidad esencial e incluso en el sustrato donde materializan los cambios a la vez que amantes de lo vasco, navarros vascófilos podríamos decir; otros, navarros españolesistas, españolesianos o españófilos. No resulta sencillo, pero es lo que tiene el tema identitario. Interviniendo las pasiones, querámoslo o no, la razón se ve obnubilada y la cosa complícase por mor de tanta variable.
El jueves, el líder de masas -críticas por supuesto- Txema Mauleón (navarro-vasquista, presumo, por lo de la «tx») se descolgó en la UPNA ante un auditorio de veinticinco humanos con: «ante la previsible desaparición de ETA, actuaremos con ética y generosidad», afirmación que llevó a toda la población navarra y parte de la vasca (entiéndaseme, la vasca no navarra, sea esta vasca-vasca o vasca-españolista y, desde luego, la totalidad de la vasca-navarrista) tranquilidad absoluta e incluso momentos de gran alborozo. Al enterarse de sus palabras, no pocas lágrimas fueron vertidas por ojos otrora secos y endurecidos de muchos activistas de la izquierda abertzale. Ética y generosidad son los dos faros que han guiado su larga deriva, la que lleva desde el marxismo-leninismo pensamiento Mao Tse Tung al poli-identitarismo pensamiento navarro.
De las graciosas ocurrencias de Aintzane, Uxue y Patxi hablaremos otro día.
Ya lo dijo Mark Twain, mejor tener la boca cerrada y parecer estúpido que abrirla y disipar toda duda