La Real desperdició una gran oportunidad para alcanzar en la clasificación a un Espanyol que, pese a demostrar en el primer tiempo que atraviesa el peor momento de la temporada, no tuvo rival en la segunda. Así goleó en un partido en el que disparó cuatro veces entre los tres palos y metió cuatro goles.

El equipo blanquiazul mostró en un mismo partido las dos caras que presenta a lo largo de una temporada en la que no hay término medio. En Anoeta y las tres salidas en las que ha ganado ha jugado a un ritmo alto con una gran intensidad y en las demás salidas ha bajado ese nivel. Y así no es competitivo.

Sin jugar un gran primer tiempo, demostró que con muy poco tiene calidad en sus jugadores más adelantados para generar ocasiones de gol, pero no las aprovechó y eso al final marcó el partido. El Espanyol envió en el minuto 54 su primer balón entre los tres palos y esa jugada del 2-1 fue clave porque la Real no mostró ninguna capacidad de reacción. Concedió el balón al cuadro de Pochettino, que se creció a medida que desaparecía su rival, aunque de ninguna forma mereció una goleada tan abultada porque es imposible hacer tantos goles con tan poco.

Esa es la mayor pena de ayer, que al Espanyol se le veía peor que a la Real por la racha que lleva y las bajas importantes que acumula, y era una oportunidad ideal para alcanzarlo y quedar con el average a favor. Ahora queda a seis puntos más el average, una diferencia muy grande a falta de 13 jornadas.

Lo mejor del partido fue la actuación de los medios centros. También era una oportunidad ideal para apostar por dos pivotes como Markel e Illarramendi, que tienen un buen futuro en el club, y fueron los mejores de su equipo, aunque el de Mutriku acusó la diferencia de ritmo entre Segunda B y Primera y tiene que habituarse a jugar más rápido el balón.

Mejores ocasiones de la Real

En el primer tiempo el Espanyol justificó por qué se encuentra en su peor momento de la temporada, con muchas deficiencias en defensa y en ataque. La Real necesitó muy poco para dejar solos a Griezmann, Zurutuza y Tamudo ante Kameni. El portero camerunés fue el mejor de un equipo que acusaba jugar sin los cuatro defensas que podían ser titulares en la primera vuelta: Chica, Forlín, Víctor Ruiz y Didac. También dio facilidades el Espanyol en el tanto de Dani Estrada, al que Javi López descuidó su marca en una jugada en la que el zarauztarra se quitó la espina del autogol del minuto anterior.

El empate hizo justicia con el desarrollo del primer tiempo. El Espanyol, al margen del gol afortunado en una falta que Tamudo no debió cometer y en la que Illarramendi no estuvo listo para colocarse delante del balón, sólo fue capaz de generar una ocasión en la que Callejón se quedó en inmejorable situación, pero la acción fue anulada por fuera de juego inexistente.

A la bajas en defensa se unía en ataque la del mejor delantero, Osvaldo, y la de Iván Alonso. Así el Espanyol se adelantó sin lanzar un balón entre los tres palos en todo el primer tiempo y Bravo sólo sufrió en dos cesiones de Illarramendi que no acertó a despejar. Sólo la primera se puede achacar al mutrikuarra, que demostró la calidad que atesora y además se hartó de recuperar balones junto a Markel.

Pero en la primera vez que llegó el Espanyol al área realista en el segundo tiempo Sergio García superó a Demidov, batió a Bravo y ahí acabó el partido, aunque ya para entonces se veía que la Real no había salido con la actitud necesaria del vestuario. Además, los tres medios puntas realistas arrastraban problemas físicos y Lasarte decidió renunciar al partido y siguió pensando en el del miércoles con el Levante. Ya lo hizo de entrada al dar descanso a Ansotegi y Rivas, y en la misma línea de dosificar retiró a los tres.

Lo triste fue que, pese a renunciar al partido porque la Real no es competitiva si no juega ninguno de sus cuatro mejores jugadores para la línea de tres -el cuarto es Aranburu- y a pesar de que Tamudo jugó un mal partido, Agirretxe sólo tuvo seis minutos y lleva quince en los cinco partidos disputados desde la lesión de Llorente.

Porque con los cambios todavía empeoró más y eso que Griezmann y Xabi Prieto, que tampoco había hecho un gran primer tiempo, en el segundo estaban desaparecidos. El Espanyol aprovechó dos errores de De la Bella y Bravo para lograr una goleada exagerada que le confirma en una lucha europea en la que la Real podrá meterse si gana el miércoles próximo al Levante en Anoeta. En su estadio, como le sucede al Espanyol en Cornellá, es donde deben mostrar los realistas su mejor cara y esa regularidad que falta a domicilio.