Juppé sustituirá a Alliot-Marie al frente de la diplomacia francesa
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, ha aprovechado la dimisión de su ministra de Exteriores, Michèle Alliot-Marie, para llevar a cabo una pequeña remodelación ministerial. En adelante, será Alain Juppé -hasta ayer al frente de Defensa- quien estará al cargo de la diplomacia gala.
GARA |
El presidente francés, Nicolas Sarkozy, anunció ayer el nombramiento de Alain Juppé, hasta ahora al frente de Defensa, como ministro de Asuntos Exteriores en sustitución de Michèle Alliot-Marie, quien presentó su dimisión por la tarde.
La renuncia de la lohizundarra fue aprovechada por El Elíseo para llevar a cabo una pequeña remodelación ministe- rial, en la que asume la cartera de Defensa Gérard Longuet, líder de la gobernante Unión por un Movimiento Popular (UMP) en el Senado.
Por su parte, el ministro de Interior, ocupado hasta ayer por Brice Hortefeux estará en adelante bajo la tutela del hasta ahora secretario general de la Presidencia, Claude Guéant.
Los cambios se producen después de que las últimas semanas arreciaran las críticas contra la política exterior francesa por su gestión ante las revueltas populares en el mundo árabe, a la vez que son interpretadas en medios políticos como un refuerzo del Ejecutivo de París de cara a la cita con las urnas del próximo año 2012.
En una alocución de siete minutos difundida por radio y televisión, el inquilino de El Elíseo indicó que las modificaciones han tenido lugar ante los recientes cambios experimentados en los países árabes y la necesidad de reorganizar su Gobierno para que el Estado francés esté preparado para afrontar la nueva situación.
«Mi deber es explicar los desafíos y proteger a los franceses», dijo en su discurso, en el que calificó esas revueltas árabes como «cambio histórico» al que los países occidentales «no deben tener miedo, porque los valores que defienden son los mismos que los nuestros».
En su mensaje, Sarkozy alertó sobre el peligro de que se vuelvan «incontrolables» los flujos migratorios provocados por las «tragedias» vividas en esos países árabes tras las protestas populares contra sus regímenes.
«Debemos reaccionar con ambición y estar a la altura de los acontecimientos», apuntó el presidente galo, según el cual Occidente «no debe tener más que un solo objetivo: acompañar a los pueblos que han elegido ser libres y hacer todo lo posible para que la esperanza que acaba de nacer no muera».
En una misiva, Alliot-Marie dijo al jefe del Estado francés que dejaba el cargo «a pesar de la sensación de no haber cometido ninguna infracción». Al mismo tiempo, denunció una campaña de «ataques políticos y mediáticos» en su contra debido a su relación de cercanía con el depuesto presidente de Túnez, Zine al-Abidine Ben Alí.