Si para el ánimo de cualquier jugador ya es duro regresar de un desplazamiento, en este caso desde Cornellá, tras perder de una manera excesiva, más lo es tener que volver al trabajo al día siguiente y ver que dos de tus jugadores estrellas, Xabi Prieto y Antoine Griezmann, vuelven tocados del partido ante el Espanyol.

Según el parte médico ofrecido por la Real, el donostiarra sufre un esguince grado I en su tobillo derecho, mientras que el joven francés tiene una sobrecarga en la musculatura aproximadora del muslo izquierdo y un esguince grado I en su tobillo izquierdo.

No parece que estas lesiones sean importantes, pero hay que tener en cuenta que los blanquiazules vuelven a jugar este miércoles ante el Levante, por lo que habrá que seguir su evolución en las próximas horas.

Otro que pudo volver lesionado del encuentro ante los pericos fue David Zurutuza. Incluso Martín Lasarte justificó su cambio por problemas físicos en la rueda de prensa posterior al partido.

El centrocampista, que parece estar bien, se quejó de la cantidad de faltas que volvió a recibir, alguna incluso merecedora de mayor sanción. «Se te acumula la rabia pero no debes salirte del partido, tienes que olvidarte del árbitro y centrarte en jugar», declaró el de Rochefort.

A pesar de la reciente derrota sufrida en tierras catalanas, el txuri urdin piensa ya en el importante encuentro de pasado mañana: «No hay que darle más vueltas a la derrota, el miércoles se juegan otros tres puntos y podemos recuperar posiciones».

Tarde especial para Tamudo

Además del nivel que ofrecería la Real en Cornellá, la duda también estaba en el recibimiento que le haría el público a Raúl Tamudo.

El delantero catalán sintió el calor de su gente durante el choque. Incluso, antes del duelo, la Peña Atotxako de Badalona, que se desgañitó desde la grada, tuvo un gran detalle con los jugadores de la Real y en especial con los dos catalanes; Alberto de la Bella y el propio Tamudo. Los miembros de la peña se acercaron al hotel de los donostiarras para entregarles una placa de recuerdo y los dos jugadores mencionados recibieron sendos polos de la peña.

Ya en Zubieta, Tamudo reconoció que el sábado vivió una tarde especial: «Sentí alegría por volver a ver a mucha gente y se me hizo raro, pero logré abstraerme». Aunque el delantero lamentó no haber aprovechado «el buen nivel de la primera parte en la que estuvimos muy serios y pudimos marcharnos con ventaja» y señaló que «hubo un punto y aparte a raíz de su segundo gol».

Un ex compañero de Tamudo, y rival el sábado, el asturiano Luis García, también se refirió al recibimiento que tuvo el jugador de la Real: «Fue especial para él y se llevó un homenaje más que merecido de la afición».

Respecto al encuentro que les enfrentó, el delantero perico señaló que «se vio al Espanyol que todos conocemos. Nunca faltó intensidad, estamos físicamente fuertes y mantuvimos el ritmo hasta el final. El equipo peleó cada balón, vi muchas ganas en todos los jugadores».

Esas ganas deberán tener los donostiarras para preparar bien el choque ante el Levante.