Sigue el recuento de votos en cuatro de los centros electorales y aún quedan 16 de los 165 escaños del Parlamento irlandés por asignar, pero lo que ya es un hecho son los records de estas elecciones. Fine Gael, Laboristas y Sinn Féin han obtenido el mayor número de diputados de su historia, mientras que Fianna Fail ha obtenido el más bajo desde la formación del partido.

El líder de Fine Gael y futuro primer ministro irlandés, Enda Kenny, que fue elegido en el primer recuento en el condado de Mayo, dijo que el pueblo irlandés le ha dado a su partido un apoyo masivo para la formación del nuevo gobierno. «Estamos en un momento de transformación de la historia de Irlanda. Estamos a punto de presenciar un cambio fundamental sobre nuestra percepción de nosotros mismos, de la economía y de cómo miramos a la sociedad», aseguró Kenny ante un grupo de seguidores.

Hasta este momento no ha habido una confirmación formal de ningún tipo de contactos de este partido con el objetivo de formar un nuevo gobierno, pero una coalición entre Fine Gael y los laboristas parece la opción más clara, teniendo en cuenta que esa coalición ya se ha dado en el pasado y que en las elecciones de 2007 ambos partidos se presentaron con una alianza de gobierno sobre la mesa. Sin embargo, las diferencias a nivel económico entre ambos partidos, desde la reducción del déficit causado por la deuda pasando por recortes presupuestarios y finalizando en las políticas de privatización, podrían hacer difícil la negociación.

De hecho, el portavoz en materias de comunicaciones del partido conservador, Leo Varadkar, no ha excluido la posibilidad de que su partido forme un gobierno de minoría sobre la base de acuerdos parlamentarios con diputados independientes. Durante una entrevista con el canal público irlandés RTE, Leo Varadkar afirmó que era importante trabajar rápido para formar un nuevo gobierno, pero que había que hacerlo bien. La fecha para la primera sesión del nuevo parlamento es el 9 de marzo.

Por su parte, en las filas del otro posible socio de la coalición, el Partido Laborista, se considera que sería difícil para Fine Gael discutir la situación económica irlandesa con sus homólogos europeos sabiendo que el gobierno depende de las concesiones a los candidatos independientes.

El líder de Sinn Féin Gerry Adams, ahora diputado del partido en el Parlamento de Dublín tras obtener el mayor número de votos en el distrito electoral del Condado de Louth por el que se presentaba candidato a estas generales, ya ha desestimado el formar parte de una coalición con Fine Gael, apuntando que un buen gobierno necesita una buena oposición y prometió que su partido se opondrá a las «medidas económicamente analfabetas» que han propuesto los partidos derechistas.

Tanto en Wicklow como en Galway-este se está celebrando un nuevo recuento, ya que las diferencias de votos entre los candidatos son mínimas. Ningún candidato ha sobrepasado la cota necesaria para la elección. El hasta ahora ministro de Asuntos Europeos, Dick Roche de Fianna Fail, exigió el recuento de votos tras caer eliminado en Wicklow. Pero no era el único miembro del partido que ha recibido malas noticias. La que fuera ministra de Cultura, Turismo y Deportes, Mary Hanafin, también perdió su escaño, uniéndose a los más de cincuenta diputados de este partido que no han conseguido ser elegidos en estas elecciones. Fianna Fail ha desaparecido de áreas donde ejercía una presencia dominante, tales como Meath, Tipperary, Sligo, Kerry, Leitrim o Roscommon. En Dublín, la base electoral del partido se ha evaporado, con un descenso del número de primeras preferencias para candidatos del partido a la mitad y la desaparición de las transferencias de votos.

Su socio de coalición, el Partido Verde, ha sufrido un peor destino aún, perdiendo los seis escaños con los que contaba desde 2007. Dentro del partido se ha apuntado que el colapso del partido, que desaparece del mapa parlamentario, es el precio a pagar por un «pacto con el diablo». Una vez más se cumple la «profecía del poder» que augura que los socios minoritarios en una coalición de gobierno son los que resultan más dañados en elecciones generales. En el pasado, el anterior socio de gobierno de Fianna Fail, los Progresistas Democráticos, se disolvieron como partido después de que las elecciones generales de 2007 les eliminaran del mapa político. Los verdes aseguran que seguirán, pero la vuelta al Parlamento de este partido podría requerir varios años.

Además de la victoria del partido conservador Fine Gael -que comparte grupo en el Parlamento Europeo con el Partido Popular español y que deberá formar gobierno-, tanto los Laboristas como los republicanos de Sinn Féin han visto un incremento sin precedente de su voto. Sinn Féin ya cuenta con trece escaños, rebasando los cinco con los que contaba antes de la convocatoria de elecciones. Podría recibir uno o incluso dos escaños más cuando finalice el recuento de los votos. Ha conseguido escaños inesperados en Cork y Sligo.

En cuanto a los laboristas, han obtenido escaños en zonas rurales donde el partido no contaba anteriormente con ninguna presencia, tales como Clare o Cork, e incluso dos escaños en distritos electorales de Dublín.