Dos sentencias obligan a ArcelorMittal de Olaberria y a AHV Ensidesa Capital a pagar una indemnización total de 362.515 euros por la falta de prevención frente al amianto. En una tercera sentencia se condena a Nervacero y a la empresa Eduardo Varela al recargo de prestaciones del 50%.

La sala de Lo Social del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) impuso a Arcelor Mittal de Olaberria una sanción de 239.226,38 euros por el mesotelioma pleural que sufre el trabajador José Benito Acosta Morán al haber estado en contacto con el amianto durante su vida laboral.

Como relata la sentencia, a la que ha tenido acceso GARA, en esa empresa «se utilizó de manera habitual el amianto, producto con el que recubrían los hornos de fundición, dadas las características ignífugas de este material, que ha sido retirándose gradualmente de la empresa, según se iban conociendo los riesgos que entraña su manipulación».

Al trabajador le detectaron el mesotelioma por casualidad, debido a que a finales de 2005 acudió a los servicios médicos de Osakidetza aquejado de un dolor en la pierna derecha. «Tras realizarle diversas pruebas le diagnosticaron un mesotelioma maligno localizado en el pulmón izquierdo, que está siendo tratado con quimioterapia paliativa», según indica la sentencia. Por otro lado, Natividad Baqueriza, viuda de Francisco Javier De Castro Esteban, y sus dos hijos tendrán que ser indemnizados por AHV Ensidesa Capital por daños y perjuicios con 123.289 euros por la muerte del trabajador a causa de un mesotelioma pleural debido al contacto con el amianto, según la sentencia del Juzgado de lo Social número 2 de Bilbo.

Con anterioridad, ya se le impuso a esa misma empresa, sucesora de Altos Hornos, un recargo de prestaciones del 30% por la falta de medidas de seguridad frente al amianto.

Desguazando buques

Este trabajador falleció en octubre de 2007. En la sentencia anterior y en la actual se tuvo en cuenta que en la antigua empresa de Altos Hornos se utilizó amianto en grandes cantidades y que los trabajadores no tuvieron ni información, ni formación en materia de prevención, y la empresa tampoco les informó de los peligros del mineral cancerígeno.

Por último, el Juzgado de Lo Social número 6 impuso un recargo de prestaciones del 50% a Nervacero y Luis Eduardo Varela debido a la muerte de Juan Manuel Márquez Ramos por un derrame pleural derivado del contacto con el amianto. Había trabajado desguazando buques y después para Nervacero.