Campeonatos de Europa en pista cubierta
Las distintas caras de la pértiga
Naroa Agirre se despide del Europeo indoor, incapaz de superar los 4,35 metros en la calificación. En la final masculina, Lavillenie escala hasta los 6,03 y logra la sexta mejor marca de todos los tiempos.
Miren SÁENZ
El salto con pértiga fue ayer en el Palais Omnisports de Bercy un muestrario de sensaciones antagónicas. A Naroa Agirre le tocó la peor parte y se despidió del Europeo indoor como no le hubiera gustado, con un registro de 4,15 metros en una calificación que ocupó gran parte de la mañana. Para la donostiarra duró una hora, tras arrancar con 3,90 y proseguir con 4,15, alturas que solventó a la primera. Después llegaron los fallos, tres nulos en 4,35 que le dejaron la decimoquinta de veinte.
La saltadora del Atlético San Sebastián buscaba recuperar parte del terreno perdido durante los dos últimos años, pese a que en la temporada invernal no había logrado pasar de los 4,30. Sigue trabajando mucho, vuelve a responder físicamente, pero le falta la confianza que antes le permitía escalar 26 centímetros más.
Horas después, la final masculina de la disciplina mostraba la cara más agradecida. Renaud Lavillenie defendió su título de Turín con éxito y decidió celebrar el momento superando los seis metros y alargando el récord francés hasta los 6,03 metros, sexta mejor marca de la historia. Crecido por las circunstancias y ante la mirada del mismísimo Bubka, el francés se animó a atentar contra la exigente plusmarca del ucraniano que no perdía detalle desde la grada. Fracasó en los tres intentos sobre 6,16, pero ya era un hombre feliz. «Ganar en Bercy, mantener mi título a más de 6 metros, es un día más que perfecto. Con el título en la mano, me he centrado en el rendimiento. Sabía que era capaz de llegar muy alto. Han pasado casi dos años desde la primera vez que superé los 6 metros. Esta vez, hice 6,03 en mi primer intento, un salto que me dejó una sensación increíble. Además, frente a Sergey Bubka», resumió el pertiguista en declaraciones a AFP.
Jugando en casa
El factor cancha hizo su efecto, porque al éxito de Lavillenie hay que añadir el de Leslie Djhone, que se colgó el oro en 400 metros con otro récord galo (45.54). Hoy todavía pueden seguir engordando el medallero, en donde los locales empatan a oros con Alemania, primera, y Rusia, tercera, a la espera de la jornada de clausura en la que pretenden sumar alguno más.
Lemaitre, el joven de 20 años que el pasado verano llevó el blanco a los 100 metros, ha llegado a la final de los 60 con el mejor crono (6.55). Curtidos rivales como Chambers y Obikwelu no se lo van a poner fácil. También el plusmarquista Tamgho busca la medalla en triple, su principal baza. Ayer fue cuarto en longitud donde volvió a ganar Bayer, aunque lejos de aquellos 8,71 de Turín, cuestionados por un escenario de efecto trampolín, que son la plusmarca continental.
En una jornada para los saltos, Lavillenie no fue el único que intentó lo todavía imposible. Ivan Ukhov, con el oro asegurado tras elevarse 2,38 en altura, atacó sin éxito el viejo registro de Sotomayor. 22 años después, los 2,43 del cubano siguen a salvo, aunque el ruso insista en ponerles plazo de caducidad.
Se hizo esperar la primera carrera de la estrella local, una primera eliminatoria tardona que mantuvo ....en la salida más de lo previsto. Concentrado, Lemaitre tomaba contacto con un estadio que por la tarde se rindió . Pese a una salida deficiente, dominó la puesta en escena para concluir en 6.59. Buen comienzo . Después Chambers se limitó a cumplir.
Hubo otras estrellas en la jornada como Mo Farah
Mo Farah es el rey del fondo europeo. Repitió el oro de Turín en la final de 3.000, después de haber logrado el doblete (5.000 y 10.000) en Barcelona y de haber mejorado el récord europeo de 5.000 indoor esta temporada. Según dijo, la carrera le resultó dura y sólo temió la reacción de Ibraimov.
La XXII edición del Memorial Jorge Blanco, un prueba sobre asfalto, comenzará a partir de las 10.3o, con las distancias de mayores al mediodía. La cita, que recuerda a uno de los alumnos de la Escuela de Atletismo de Erandio fallecido al atropellarle un camión mientras practicaba ciclismo, alberga en su palmarés a nombres como los Cristina Petite, Leire Medina o Igor Murga.