José Luis Rebordinos, director del Festival Internacional de Cine de Donostia; Josetxo Cerdán, del festival Punto de Vista de Iruñea; y Josemi Beltrán, de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia, son algunos de los numerosos directores de diferentes festivales de cine que han firmado una carta de apoyo a Ángel Sala, director del Festival de Cine de Sitges, contra el que se han iniciado acciones legales por el pase de la película serbia «A serbian film» en la pasada edición del festival catalán. Según la Fiscalía de Barcelona, Salas podría ser responsable de un delito de exhibición de pornografía infantil por dos controvertidas escenas simuladas en el filme: la violación de un recién nacido y las relaciones sexuales que mantiene un adulto con un niño de cinco años.

Rebordinos es, precisamente, quien estaba al mando de la Semana de Cine Fantástico y de Terror de Donostia cuando, por orden de un juez, se prohibió su exhibición dentro de la programación de la pasada edición de la Semana. Tras haber sido programada y exhibida en el Festival de Sitges, la Confederación Católica de Padres de Alumnos (CONCAPA) interpuso la denuncia alegando actuar en defensa de los menores ante las imágenes de sexo y violencia. Rebordinos fue llamado al juzgado pocas horas antes de la exhibición del film en Donostia e informado de la decisión del juez. Ante la situación, y dado que todas las entradas para la película estaban ya vendidas, la organización optó por ofrecer dos posibilidades a los espectadores: a los que quisieran se les devolvería el dinero de la entrada y, si no, existía la posibilidad de acudir a la sala para intercambiar opiniones al respecto. Finalmente, el público optó por otorgarle el Premio del Público por haberse convertido en «símbolo de la libertad de expresión».

La pelea continúa

Después del revuelo causado en Donostia, la lucha judicial continúa adelante y ahora se le ha añadido el nombre de Ángel Sala, acusado de un delito de exhibición de pornografía infantil. Ese es el motivo de la carta de los directores de festivales cinematográficos de la península.

Los firmantes dejan constancia de su «extrañeza por la actuación judicial», además de por «hacer recaer la responsabilidad en un programador cultural, y no en los teóricos responsables de tales contenidos», en este caso su director o los productores. Y es que, los pases para esta película fueron estrictamente «sólo aptos para adultos». Además, quisieron recordar que «A serbian film» se ha visto, desde el pasado año, en ciudades como Bruselas, Montreal, Londres, Oporto, Austin, San Francisco, Toronto, Helsinki, Pucho (Corea del Sur) o Estocolmo, entre otros. También se ha proyectado en los dos mercados de cine «más prestigiosos del mundo, Cannes y el American Film Market en Santa Mónica» y «todo ello sin que nadie haya elevado, hasta la fecha, denuncia judicial alguna contra el film, sus responsables o sus programadores». A ello se añade que también ha ganado «prestigiosos galardones como los tres premios en Montreal, el Premio del Público en el Festival de Fantasporto en Oporto, y el Premio Al mejor Guión en el Festival Fipresci en Serbia».

Finalmente, los firmantes denuncianque «comportamientos como el de la Fiscalía de Barcelona parecen retrotraernos a épocas de cortapisas censoras contra la libertad de expresión y programación culturales que sinceramente creíamos que pertenecían a la Historia».

La Fiscalía considera que Sala pudo haber cometido un delito de distribución de pornografía en la que se emplea «la voz o imagen de los menores, alterada o modificada», que se castiga con penas de 3 meses a un año de cárcel o con una multa.