Los bebés de hoy vivirán hasta los cien años. El problema, como decía el escritor satírico irlandés Jonathan Swift, es que «todo el mundo quisiera vivir largo tiempo, pero nadie querría ser viejo». Pero lo uno lleva aparejado lo otro. Y a población más vieja, mayor dependencia y mayor necesidad de recursos sanitarios. Y la población vasca, para bien o para mal, tiene una de las mayores esperanzas de vida del continente y se sitúa en el primer o segundo puesto a nivel de la UE.

Los datos del Eustat revelan que entre 1981 y 2008 la población vasca de 65 y más años ha doblado su representación, pasando del 9 al 19%. El estrato joven pierde espacio lógicamente, dado que una de cada tres personas en 1981 tenía menos de 20 años, mientras que en 2008 sólo estaba en esas edades un 17%.