El Parlament de Catalunya rompe otro tabú: modificar fronteras no es sinónimo de guerra
El Parlament de Catalunya aprobó ayer una moción de apoyo a la consulta independentista prevista para el próximo 10 de abril en Barcelona. El texto aprobado afirma que el Parlament de Catalunya, «como sede de la soberanía popular, considera el derecho a la libre autodeterminación de los pueblos como un derecho irrenunciable del pueblo de Catalunya». Y, además, defiende el derecho de la sociedad civil catalana a expresarse libremente a través de consultas y agradece la implicación de personas voluntarias y votantes. Mientras el President, Artur Mas, anuncia que «probablemente» participará, o el responsable del grupo parlamentario de CIU, Oriol Pujol, adelanta su voto afirmativo, los partidarios del «no» lanzan mensajes alarmistas e hipérboles de pobre lógica como que con la independencia Catalunya «se empequeñecerá como Andorra» o «se empobrecerá como Portugal». El Parlament rompió ayer un tabú. Dio un toque de atención histórico que significa un primer ensayo parcial de un legítimo proyecto político. Y supuso un ejercicio colectivo de opinión que muestra que la democracia del futuro se puede reinventar para ensancharse. Hoy en Europa, modificar fronteras no es sinónimo de guerra.