El grupo de trabajo del Movimiento por los Derechos Civiles en Nafarroa se presentó ayer ante los medios llamando a la ciudadanía a sumarse a esta nueva plataforma y convocando una manifestación en Iruñea, que arrancará mañana a las 13.00 horas desde el Paseo Sarasate. La foto de familia abarcaba a un amplio abanico de agentes sociales: grupos en favor del euskara, sindicatos, colectivos populares, internacionalistas, etc. Todos ellos comparten el análisis de que «Euskal Herria lleva demasiado tiempo estancada en dinámicas de violencia e imposición que están bloqueando la creación de un marco plenamente democrático».

El grupo navarro quiso remarcar que esta situación es particularmente grave en Nafarroa, donde la imposición lingüística y cultural se vive con particular intensidad y la criminalización y marginación de voces críticas resulta sistemática, incluso entre los sindicatos.

«La gente está harta de que la pisoteen», afirmó Sergio Labaien, quien presentó la iniciativa arropado por Juanje Soria y Julieta Itoiz. Para visualizar el descontento, el movimiento realizó un llamamiento para que mañana a las 13.00 horas la ciudadanía recorra las calles de Iruñea deteniéndose frente a cinco instituciones responsables de la represión que denuncian: la sede de PSN-PSOE, el Parlamento navarro, la comisaría de la Policía española, la cárcel y la Audiencia Provincial. En cada uno de estos lugares se procederá a la lectura de un pequeño texto en el que se describe el papel de cada uno de ellos en el ataque a los derechos civiles.

Esta protesta de mañana está incardinada dentro de una dinámica nacional y se verá respaldada con concentraciones en el resto de capitales de Hego Euskal Herria.En Gasteiz y Donostia, frente a los juzgados y, en Bilbo, en los jardines de Albia.

Un diagnóstico compartido

El movimiento por los derechos civiles y políticos en Nafarroa anunció que se encuentra en fase de conformación y reforzamiento interno. Para ello, ha abierto un diálogo con el tejido social y asociativo, a fin de elaborar un diagnóstico consensuado de la situación actual de Nafarroa. Este análisis servirá posteriormente como un instrumento de trabajo para subsanar el deficiente marco social y político del herrialde. Porque, lo que también comparten todos los que dieron un paso adelante ayer es que «la nueva situación política abierta está creando posibilidades reales para que todo lo anterior sea superado y que tanto los derechos individuales como los colectivos puedan ser reconocidos». El Movimiento por los Derechos Civiles apuntala esta afirmación con «las grandes movilizaciones de los últimos meses en Euskal Herria» que demostrarían «la disposición de gran parte de la ciudadanía para ser parte activa en la consecución de estos objetivos».

Según manifestaron, el elemento de unión entre quienes componen la plataforma es «lo más básico y elemental»: la Carta de Derechos Humanos y los tratados internacionales sobre derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales que consagran elementos clave de la ciudadanía, como el derecho a la vida, a la integridad física de las personas, el derecho a no ser torturado y, en definitiva, todos lo que precisa una sociedad para vivir en «democracia justicia y libertad».

Por su parte, la izquierda abertzale envió un mensaje de apoyo a las movilizaciones convocadas para este fin de semana. «Los acontecimientos de las últimas semanas, entre los que destacan las brutales torturas sufridas por las cuatro personas detenidas en Bizkaia, los recursos presentados contra la legalización de Sortu o la persecución contra la juventud vasca no son sino ejemplos de una situación de excepción que debe terminar», afirmó. Además, sostiene que «para obligar al Estado a salir de su trinchera» es necesario salir a la calle y aseguró que «trabajo» y «movilización popular» constituyen las vías para salir de esta situación.